BARCELONA. Estos son algunos de los avances en los que están trabajando los neurocientíficos, que hoy han expuesto estas novedades en la presentación de la jornada sobre estimulación cerebral B·Debate, organizada por Biocat y la Obra Social La Caixa, y que se celebra en el Caixaforum de Barcelona hasta mañana.
Según los expertos, la estimulación cerebral sin dolor a través de electrodos podrá mejorar el rendimiento mental de las personas sanas, como lo hacen el café u otras bebidas energéticas, e incluso podrán estimularse con patrones personalizados.
Según ha explicado la neurocientífica del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) y líder científica de B·Debate, Mavi Sánchez Vives, entre los avances próximos para pacientes con parálisis figuran "poder escribir mensajes de texto y controlar otros dispositivos domésticos con el implante de un chip en el cerebro".
Además, "podrán registrar la actividad cerebral, analizarla en línea y escribir pensamientos y navegar 'online".
De hecho, según Sánchez, la neuroestimulación eléctrica de zonas determinadas del cerebro ya ha demostrado beneficios para tratar los síntomas de una depresión, bloquear los ataques de una epilepsia, inducir la recuperación de un ictus o controlar los temblores del Parkinson.
Durante los próximos 10 años también se avanzará en las prótesis sensoriales y en las visuales, que generarán estímulos en la corteza cerebral y podrán proporcionar información visual a invidentes mediante una interfaz cerebro-ordenador.
"Ha crecido el interés de la sociedad por la neurociencia y cada vez hay más información en los medios, más apps para controlar el sueño...", ha añadido Sánchez.
"Hasta en personas sanas se ve mayor interés por el cerebro, se cambia el estilo de vida, alimentación para prevenir enfermedades como el alzheimer", ha puntualizado la neurocientífica.
Sánchez se ha mostrado a favor del uso de aplicaciones móviles para controlar alguna actividad cerebral como el sueño, pero ha advertido de que "se ha de ir con cuidado con las estimulaciones en el cerebro, ya que no se conocen los efectos a medio y largo plazo".
"El 25 % de las personas tendrá algún tipo de patología relacionada con el cerebro a lo largo de su vida", ha recordado Sánchez, "incluidas depresiones y ansiedad".
Para la profesora, la vida de los pacientes con parálisis o con enfermedades que no les permiten comunicarse con el exterior "podría mejorar mucho durante estos años".
Asimismo, ha distinguido entre dos tipos de tecnologías, la no invasiva, que podría ser utilizada para usos lúdicos, ya que no implica afectación al cerebro, y la invasiva, que necesita de neurocirugía y "sólo está justificada en el caso de pacientes".
Entre las nuevas técnicas de las que se discutirá en el B·Debate se encuentran las microscópicas que permiten llegar al nivel de sinapsis, y los conectores funcionales entre neuronas o entre neuronas y otros tipos de células.
El desarrollo de la optofarmatología, moléculas terapéuticas reguladas con luz, y de la optogenética, que combina métodos genéticos y ópticos para controlar eventos específicos en ciertas células de tejidos vivos, son otros de los avances que tratar.
Sánchez ha asegurado que la neurociencia "es un gran reto para la humanidad, casi como llegar a la Luna", para conocer más nuestro cerebro.
Durante la presentación de la jornada, los científicos han exhibido un sistema de interfaz cerebro-ordenador en la que han demostrado cómo se escribe un mensaje de texto a partir únicamente del pensamiento humano.
Un técnico, ataviado con un gorro equipado con electrodos, ha escrito seis palabras en la pantalla sólo con el control del cerebro y a un ritmo aproximado de una letra cada ocho segundos.
El congreso contará con varias conferencias sobre la función cortical y la computación, la simulación para controlar y explorar la actividad cerebral, nuevas tecnologías para la interconexión con la corteza cerebral y la decodificación de la actividad cerebral, y el futuro de las interficies cerebrales en el ordenador.