Bilbao - “El coste de la protección social es una inversión a medio y largo plazo” y “especialmente en tiempos difíciles es más necesario mejorar y fortalecer la RGI”. Estas dos afirmaciones contenidas en un manifiesto a favor de la Renta de Garantía de Ingresos tratan de explicar a los ciudadanos vascos que las ayudas dirigidas a las personas que carecen de ingresos o cuentan con percepciones insuficientes “no son limosna”, sino la mejor manera que tiene sociedad de mitigar la desigualdad y combatir la pobreza.

La campaña +Derechos Eskubideak+ nace como respuesta al aumento en Euskadi de la vulnerabilidad social y la pobreza y, a su vez, a la extensión de una corriente crítica hacia la Renta de Garantía de Ingresos y otras ayudas sociales. La convergencia de esos dos factores ha movido a más de un centenar de organizaciones de Euskadi a impulsar un movimiento de apoyo a la RGI y sus perceptores, las 65.000 familias y 118.000 personas que “pueden vivir con un mínimo de dignidad” gracias a esta renta.

El manifiesto de +Derechos Eskubideak+, presentado ayer en Bilbao, consiste en un decálogo de argumentos para respaldar la RGI. Los diez puntos fueron leídos en euskera y castellano por Ana Urrutia y Alfonso Dubois, respectivamente, en un acto en el que estuvieron arropados por representantes de muchas de las organizaciones que participan en la campaña y entre las que no solo hay formaciones del ámbito social -Cáritas, Médicos del Mundo, SOS Racismo, Unesco Etxea, entre otros muchos-, sino también partidos políticos -como PNV, PSE-EE o EH-Bildu-, colegios profesionales, sindicatos y entes que trabajan con diferentes colectivos en riesgo de exclusión. Koldo Campo, en nombre de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Euskadi y portavoz de la campaña, destacó que el respaldo al sistema vasco de garantía de ingresos es muy amplio porque muchas de las organizaciones firmantes del manifiesto son en realidad redes y coordinadoras que aglutinan a otras. Y se espera que el apoyo aún crezca más. Los impulsores de la campaña proponen a los ciudadanos que se sumen a la iniciativa y la difundan utilizando la chapa con el lema, colocando el logo en las casas y lugares de trabajo y a través de las redes sociales (en Facebook eskubideak gehi; y en Twitter #eskubideakgehi). Por su parte, las entidades y organizaciones pueden sumarse a la campaña, promover actos de difusión y colocar el banner en su web. La iniciativa que ha fraguado en +Derechos Eskubideak+ tomó velocidad en el último mes y medio, debido en parte a la necesidad de responder a otros movimientos que cuestionan y pueden poner en peligro el sistema de garantía de ingresos. La primera reunión de los promotores se celebró el pasado 25 de febrero. En ella se elaboraron el logo y el lema. El decálogo presentado ayer surgió en citas posteriores y finalmente, el 26 de abril se suscribió el compromiso de las 104 organizaciones firmantes.

pobreza y exclusión Según expusieron ayer los portavoces de la campaña, “estos últimos años la pobreza y la exclusión social están aumentando gravemente”. “En Europa hemos pasado de 80 a 124,5 millones de personas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social. Euskadi no es ajena a este fenómeno. Concretamente la población en riesgo de pobreza y exclusión social ha aumentado del 17,9% en el 2008 al 22,7% en el 2014; de 385.087 a 489.447 personas, 104.360 personas más. Y tampoco se vislumbra un horizonte de resolución de esta problemática a corto plazo. Entre las diferentes respuestas que se están dando las más básicas y necesarias son las denominadas rentas mínimas. Euskadi puso en marcha un plan de rentas mínimas a finales de los años 80, denominado entonces Plan Integral de Lucha contra la pobreza y actualmente Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Estos ingresos mínimos permiten a unas 65.000 familias, unas 118.000 personas, vivir con un mínimo nivel de dignidad, a la vez que posibilita que los índices de pobreza y exclusión de Euskadi sean inferiores a la media estatal y europea. Como sociedad vasca debemos sentir orgullo de haber establecido esta medida, de haber decidido destinar parte de nuestros recursos a paliar estas situaciones, de asumir como sociedad que la pobreza y la exclusión no es un problema de quien la padece sino de toda la sociedad, y que toda la sociedad debe contribuir a su solución”, señaló Koldo Campo.

En cuanto al debate en torno al fraude en el cobro de la RGI, los impulsores de la campaña se muestran a favor de atajarlo, pero recuerdan que en el sistema de Rentas de Garantía de Ingresos se cifra en el 0,3% mientras que el fraude fiscal alcanza el 25%.

El Ararteko Ayer mismo el ararteko Iñigo Lamarca expresó “su apoyo y adhesión a la campaña” en defensa del sistema de garantía de ingresos y para la inclusión social. Según una nota del Ararteko, esta institución fundamenta “su apoyo al sistema vasco de protección social y de lucha contra la exclusión en la defensa de los derechos fundamentales a la dignidad y a la igualdad real y efectiva”. “Si no existiera la RGI -dice el Ararteko- habría que inventarla, puesto que es deber de los poderes públicos garantizar los derechos fundamentales antedichos y combatir la exclusión social”.

Por otro lado, el secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, acusó al PP alavés de agitar “el espantajo” de la RGI para ocultar que el paro ha crecido en Álava y por eso han subido las ayudas sociales, “no por los inmigrantes”.