Bilbao - Para los directivos de la salud, como Jon Guajardo, la gestión de la innovación oncológica es uno de los principales retos. “Tenemos que buscar la fórmula para conseguir suministrar los tratamientos más innovadores que van surgiendo y los que demuestran que son efectivos, tienen pocos efectos secundarios y poca toxicidad”, asegura.

¿Todos los pacientes oncológicos son aptos para recibir los nuevos tratamientos de inmunoterapia?

-No, no hay un perfil de pacientes. Pero existen muchos enfermos que no se van a beneficiar de ellos porque sus características genéticas no son apropiadas.

Parece que los precios de estos primeros tratamientos son elevadísimos.

-Son tratamientos muy caros porque son innovadores ya que requieren investigaciones profundas. Tenemos la suerte de que se está haciendo investigación y están surgiendo nuevas terapias. Pero es verdad que son tratamientos que pueden suponer entre 100.000 o 120.000 euros al año para un solo paciente. Eso en lo que respecta al tratamiento farmacológico porque luego un paciente oncológico tiene unos costes adicionales que quizá supongan otro tanto por las necesidades que pueda requerir, por la cirugía, por las pruebas diagnosticas que hay que realizar, consultas, hospitalizaciones, escáneres...

¿Hay alguna estimación del coste de un paciente oncológico?

-El gasto farmacéutico de un paciente oncológico puede suponer entre el 25 y el 40% del coste total farmacéutico. Pero tenemos la gran suerte de que estamos en un momento en que la investigación nos permite acceder a este tipo de tratamientos.

¿Están los hospitales vascos proporcionando estos tratamientos?

-Nuestro sistema permite que cuando hay una posibilidad terapéutica se aplique. Aquí la posibilidad de acceso no es limitada como ocurre en otros sitios con seguros privados. Nuestra cobertura garantiza que, independientemente de tus recursos, tengas el mismo acceso. Ocurre igual que con la hepatitis C. Nosotros, en la OSI de Galdakao Barrualde estamos tratando a todos los pacientes con el protocolo y la prescripción del clínico.

Acaba de citar los nuevos fármacos contra la hepatitis C. ¿No podría darse el caso de que con unos precios tan altos, la inmunoterapia resultara inaccesible? ¿Puede el sistema sanitario soportar unos costes tan elevados?

-Afortunadamente tenemos un sistema sanitario equitativo y solidario. El sistema intenta que cualquier persona que en un momento determinado lo necesite pueda acceder a ese tipo de tratamiento que debe ser sufragado entre todos. Y eso en Osakidetza lo hacemos cada día. Si existe una terapia que es eficaz hay que rascarse el bolsillo.

Solo si es eficaz.

-Es que estas terapias no siempre son eficaces. Ahora mismo, estos tratamientos son efectivos en uno de cada cinco casos. Si proporcionas el tratamiento a diez pacientes a ocho les va a hacer un beneficio pequeño. En los otros dos casos les puede estabilizar la enfermedad.

Los expertos insisten en que se trata de los tratamientos más prometedores para la cura del cáncer.

-Así es. Estamos en el comienzo de una terapia que va a sustituir a las quimioterapias y a todo lo que conocemos actualmente. Lo que ocurre es que este tipo de tratamientos a veces son eficaces en los ensayos clínicos y luego no son tan efectivos en los casos reales. Tenemos que ir viendo que lo que hacemos tiene los resultados previstos. Si es verdad lo que se anuncia en los ensayos clínicos de un fármaco y si es cierto que aumenta la esperanza de vida.

Y todo eso en un contexto de crisis económica brutal.

-Sí, y por eso las nuevas terapias se tienen que regular en el actual contexto económico, abaratando los precios, negociando con los laboratorios farmacéuticos y buscando dianas para conocer en qué casos resulta verdaderamente eficaz. Debemos conseguir que en aquellos casos en que se demuestre su efectividad, se pague pero si no, ellos no nos lo cobren. Es lo que se conoce como acuerdos de riesgos compartidos.

¿Sobre qué porcentaje de pacientes está dando buenos resultados?

-Actualmente el porcentaje de pacientes es todavía muy pequeño. Funciona muy bien sobre todo con un determinado grupo de melanomas, cánceres de la piel. Uno de cada cinco más o menos... En la jornada celebrada en Cruces hemos contado con el testimonio de una paciente que está estabilizada a pesar de que sufría ya metástasis.

No se ha curado.

-No, ella no. La inmunoterapia potencia nuestro sistema inmune para que sea él el que ataque las células cancerígenas. Es un paso más en lo que hasta ahora había como la quimioterapia. Pero este es un gran avance porque estimula tus propias defensas para que eliminen las células malignas.