Málaga - A mayor edad de la mujer, menor número y peor calidad de ovocitos. Alrededor del veinte por ciento de los ciclos de fecundación in vitro que se realizan en los centros de reproducción se hacen a través de la utilización de óvulos fruto de la donación anónima de mujeres jóvenes.

La edad materna es la causa principal de la esterilidad, una de las enfermedades más frecuentes de este siglo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Está demostrado científicamente que la fertilidad disminuye de un 8 a un 9% de forma anual a partir de los 35 años, según aseguró a Efe el responsable de Área de Reproducción del Hospital El Ángel de Málaga, José Félix García España.

Si a esa edad un tratamiento de fecundación in vitro puede ofrecer un éxito superior al 50% por transferencia de embriones, esta cifra irá disminuyendo progresiva y drásticamente, hasta situarse en menos del 20% con 40 años, y menos del 6% con 42.

Según el doctor García España, distribuyendo la población que acude a su centro en grupos por edades, se observa que un 68% tiene más de 35 años y un 27% más de 40. “Uno de los equívocos a los que se ha llevado a la sociedad, en lo referente a la fertilidad, es que las técnicas de reproducción pueden resolver este problema a casi cualquier edad”, advierte.

retraso de la maternidad Entre las causas que llevan al progresivo retraso en la maternidad se encuentra el incremento en la edad media, tanto del varón como de la mujer, a la hora de contraer matrimonio, los condicionamientos económicos y laborales. Los médicos intentan estimular en la fecundación in vitro un número óptimo de ovocitos, ya que un porcentaje de ellos se perderá en la extracción.

No todos pueden fecundar y no todos los embriones tendrán la calidad deseada. Es decir, a menor número de óvulos del que partir, menor posibilidad de obtener un buen embrión. Estudios recientes mantienen que, en chicas jóvenes donantes, más del 35% de los óvulos obtenidos tienen alteraciones cromosómicas que los hacen incapaces de progresar, hecho que se va acrecentando con la edad.

La preservación de óvulos ha sido una respuesta para paliar, de alguna forma, el retraso en la maternidad y una opción para aquellas mujeres que no encuentran el momento adecuado de ser madres. No obstante, el doctor García España asegura que este procedimiento, en contra de los que algunos puedan pensar, no garantiza un embarazo y menos aun cuando la mujer toma esta decisión a edades “avanzadas”.

“Un dato desconocido para la mayoría es que, en muchos centros de reproducción, alrededor del 20% de los ciclos de fecundación in vitro que se realizan se hacen a través de la utilización de óvulos donados anónimos y jóvenes”, destaca García España. Esto significa que en muchos casos esa ciencia a la que se cree capaz de resolver tanto encuentra su única solución en la sustitución del óvulo y, por lo tanto, de su genética familiar. Según el doctor, hoy se dispone de nuevos fármacos que estimulan diversas fases del ciclo ovárico.