MADRID. Los tres espeleólogos formaban parte de un grupo de nueve que se encontraba de viaje al sur de Marruecos -entre Marrakech y Uarzazate-, en una zona montañosa de muchas cuevas.

El grupo se separó temporalmente y, como no volvieron a encontrarse, el jefe de la expedición alertó al Consulado español y la Gendarmería marroquí en Casablanca.

Según las fuentes, la Gendarmería trabaja con todos los medios a su alcance y ha desplazado helicópteros a la zona, por ser de difícil acceso y contar con numerosas cuevas en las que podrían estar los desaparecidos.

Asimismo, han asegurado que tanto el Consulado español en Casablanca como la Embajada en Rabat están en contacto constante con la Gendarmería marroquí.