MADRID. Una situación que, según explica a Europa Press el responsable de la división de trasplantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor español José Ramón Núñez, se ve auspiciada por la globalización de Internet. "Internet tiene una oferta múltiple de órganos que nutre la compraventa ilegal de órganos, y que "va saltando de un sitio a otro", advierte.
Así, "en ocasiones es el donante quien se mueve a un país en busca de un receptor, en otras ocasiones es al contrario, o incluso ambos se mueven buscando un paraíso dónde esta práctica no sea perseguida y se pueda llevar a cabo".
En su opinión, el principal problema en la lucha contra el tráfico ilegal de órganos es que "es una práctica muy oscura y difícil de averiguar", y, por otro lado, "existe una falta de conocimiento de la realidad". Sin embargo, cada vez son más los países que ante una denuncia persigue esta práctica poniendo medidas al respecto.
Otro gran problema es que, "teniendo en cuenta que un trasplante no es un proceso médico sencillo", para llevarlo a cabo se debe involucrar siempre a un profesional médico, esto significa que "en la lucha contra los trasplantes ilegales tenemos el enemigo en casa", o, lo que es más preocupante, "son los propios médicos los que tienen montado éste negocio, con lo cual es difícil que denuncien estas prácticas".
Para la responsable del Comité Europeo de Trasplante de Organos de Consejo de Europa, Marta López Fraga, existe además otra cuestión que debe tenerse en cuenta: la dificultad para identificar a las víctimas. "Son personas en situaciones de pobreza extrema, no tienen los medios ni el conocimiento para denunciar estas prácticas", explica a Europa Press.
Esta experta entiende uno de los objetivos principales a perseguir son las mafias.
"Estas organizaciones internacionales hacen mucho dinero con esto, a una persona que vende un órgano o es coaccionada le pagan 1.000 o 2.000 euros, mientras que el paciente puede pagar 90.000 euros o más; así que hay una cantidad de gente que saca un beneficio de estas prácticas bastante importante", advierte.
En su opinión, las redes sociales son una vía para las personas desesperadas y el camino que usan las mafias para promocionar y facilitar el turismo de trasplante - "consistente en un paquete de una agencia de viajes que organiza el viaje, el hotel, la estancia en una clínica, el trasplante y el cuidado tras la operación"-.
ES PROBABLE QUE EN EUROPA SI HAYA DEMANDA
Hubo una época donde sobre todo estas prácticas se daban en países latinoamericanos, como Costa Rica o Perú, sin embargo sus gobiernos han movido ficha y ahora las organizaciones de tráfico de órganos se han desplazado hasta el sureste asiático: la India, Pakistán o Filipinas, parecen ser nuevos focos de estas mafias.
Lo que esta claro es que siempre se trata de países en situación de pobreza. "El mercado negro se produce en la desesperación, en la económica de unos y en la médica de otros", recuerda Núñez, quien lamenta que sean las redes sociales quienes estén fomentando además este mercado.
"Es más fácil el contacto a través de unas redes sociales, en ocasiones es más opaco y oculto, y más difícil de detectar por impersonal", explica el responsable de la OMS, quien recuerda que antes los pacientes estaban obligados a viajar en busca de un donante, "ahora eso se puede hacer desde casa, se encuentra el donante y luego se viaja".
Este año pasado se han registrado 120.000 trasplantes en el mundo, de esos entre un 5 y un 10 por ciento son trasplantes ilegales, aproximadamente unos 7.000 a 10.000 trasplantes fraudulentos. Las necesidades anuales es de un millón de órganos, pero solo se dispone de 120.000, es decir que solo el 12 por ciento de los pacientes que necesitan un trasplante lo acaba teniendo ese año. En consecuencia hay un 88 por ciento de pacientes esperando un órgano y es ahí donde surgen los que lo intentan de manera ilegal.
Inicialmente ésta situación no se produce en España, ni en Europa, pero Núñez recuerda que debemos de ser conscientes de que existe y "no hay ningún país libre de ese riesgo", tal y como se vio en marzo del año pasado cuando la Policía abortaba el primer intento de compraventa de órganos en España.
Lo cierto es que es difícil tener datos sobre quiénes ofrecen sus órganos o quiénes los han recibido ilegalmente, explica López Fraga, quien difiere de Núñez y sí ve probable que en Europa exista una demanda. "En Europa no hay tanta gente que venda sus órganos pero sí es probable que haya pacientes en países donde las listas de espera son muy altas que recurran a este tipo de servicios y viajen a los que se conoce turismo de trasplantes, en otros países donde normalmente las medidas regulatorias son mas débiles y adquieran un órgano de esta manera", afirma.
Tanto Núñez como López Fraga han participado en la firma el Convenio Internacional de lucha contra el tráfico de órganos del Consejo de Europa que este miércoles se ha rubricado en un encuentro histórico, celebrado en la ciudad gallega de Santiago de Compostela.