Donostia- Triste efeméride la de ayer en Villabona-Amasa. El Día Internacional de la Mujer no pudo dejar un regusto más amargo tras la agresión sexual sufrida por una joven de 19 años, que fue abordada por un varón cuando regresaba a casa de madrugada, según confirmaron a este periódico fuentes de la Guardia Municipal y del Departamento vasco de Seguridad.

Las muestras de rechazo por lo ocurrido no se hicieron esperar y, a las 19.00 horas, colectivos sociales del municipio convocaron una concentración de repulsa en la Plaza Malkar de la localidad. Tras una pancarta en la que podía leerse Erasorik ez, erantzunik gabe (Ningún ataque sin respuesta), más de un centenar de vecinos rechazaron este nuevo ataque contra la libertad de las mujeres.

Los hechos tuvieron lugar a las 5.45 horas en el barrio Errota de Villabona-Amasa, cuando el presunto agresor abordó a la chica por la espalda, al parecer, con intención de consumar una violación. La joven se encontraba en las inmediaciones de su domicilio. Según informaron las mismas fuentes, varios vecinos de la zona escucharon los gritos y, tras acercarse al lugar, el sospechoso emprendió la huida. La víctima ha interpuesto una denuncia por la agresión y la Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. Los agentes buscan al presunto autor del intento de violación, y al cierre de esta edición, no había trascendido ningún arresto por dicha agresión.

Euskadi Prácticamente cada día se produce un delito sexual en Euskadi perpetrado, principalmente, por varones de entre 25 y 40 años, según los datos que maneja la Ertzaintza. En Donostia las agresiones sexuales han aumentado un 56%, pero esta lacra se expande por todo el territorio vasco. Hace un mes, Irun también fue escenario de una escalada de agresiones tras los ocho intentos de abusos sexuales a manos de un joven de 20 años, que trabajaba como repartidor de comida a domicilio y abordaba a las víctimas en el ciclomotor que utilizaba para trabajar. Los ocho ataques que se le imputan al arrestado tuvieron lugar entre el 4 y 25 del pasado enero. En seis de los casos, utilizó el ciclomotor para acercarse hasta las víctimas y abordarlas después por detrás.

Tras una ardua investigación, los agentes encargados de las pesquisas organizaron en la tarde-noche del día 30 un dispositivo de vigilancia en torno al sospechoso. Gracias a ello, los ertzainas interceptaron al acusado sobre las 22.30 horas de la noche en la calle Vega Eguskiza de la localidad de Irun a bordo de un ciclomotor mientras realizaba su trabajo como repartidor de comida a domicilio para un restaurante de la ciudad fronteriza. Finalmente la Ertzaintza identificó al joven acusado y procedió a su detención por varios delitos de abusos sexuales.