GASTEIZ - La vacunación masiva ha bajado la percepción del riesgo del sarampión, pero los expertos recuerdan una y otra vez que es una enfermedad muy contagiosa y que puede derivar en consecuencias fatales. En niños pequeños, puede provocar neumonía, daños cerebrales permanentes o sordera. No hay que olvidar que en 2013, murieron 145.700 personas en todo el mundo por sarampión.
La expansión del virus es, sin embargo, el rasgo más preocupante ya que junto a la tos ferina es una de las patologías más contagiosas. “Estamos hablando de una enfermedad que es tan contagiosa que cuando detecta una bolsa de susceptibles, surge el brote”, aclara Txema Arteagoitia. “En cuanto tienes una colección de gente no inmunizada, si aparece un caso, la posibilidad de que se infecten los de alrededor es muy alta. Un caso de sarampión se calcula que puede infectar en el periodo de incubación a entre diez y quince si no están protegidos”, explica.
“Estamos hablando de una cosa que en epidemiología se llama la RO, la tasa de reproducción o tasa de contagio para que se entienda mejor. Y es mucho más alta que por ejemplo el ébola. En el ébola se calcula que está entre dos y tres y el sarampión entre doce y trece”, precisa el Jefe del Servicio de Vigilancia y Promoción de la Salud del Gobierno Vasco. Por eso se trata de “una enfermedad que se vigila mucho para evitar la extensión. Y si hay un caso se actúa de forma bastante agresiva en el entorno, viendo si hay gente vacunada o no para intentar cortar la transmisión rápidamente. Ante ella actuamos siempre de forma urgente”, corrobora Arteagoitia.
Los pediatras coinciden en señalar que el sarampión se produce por un virus altamente contagioso que se transmite por vía respiratoria; es decir, a través de los estornudos y la tos y afecta sobre todo a niños o adultos jóvenes.
Su periodo de incubación es de dos semanas pero, avisan los especialistas, debido a que ya no es tan conocido, muchos casos pueden pasar desapercibidos. Por eso conviene saber que se puede contagiar dos o tres días antes de que aparezcan los primeros síntomas y una semana después de que haya aparecido el sarpullido en el cuerpo. - C. Lago