roma - Blázquez está considerado como un hombre de diálogo y en línea con Francisco. Su nombramiento más polémico fue el de obispo de Bilbao, cuya diócesis se encontraba vacante desde la jubilación de Luis María Larrea, en 1993. Al frente de esa diócesis, Blázquez fue uno de los firmantes de la carta pastoral conjunta Preparar la paz de 2002, en la que, además de definirse netamente frente a ETA, manifestaba su preocupación por la posible ilegalización de Batasuna, tras la aprobación de la Ley de Partidos. Blázquez, que ha condenado públicamente el terrorismo en diversas ocasiones, pidió en 2000 perdón “por las carencias de cercanía y atención que ha podido tener la Iglesia de Vizcaya con las víctimas del terrorismo”. En marzo de 2006, con motivo del alto el fuego permanente de ETA, hizo un llamamiento a la unidad de los gobernantes y representantes políticos, en “un momento de esperanza”. - Efe
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