- El Gobierno Vasco aprobará próximamente el decreto que implantará la polémica Formación Profesional Básica de la Lomce el curso que viene. La normativa vasca incluye modificaciones sustanciales respecto a la FP Básica que plantea el Ministerio de Educación, con el objetivo de que la FP inicial no sea un callejón sin salida para un colectivo que deja Secundaria debido a sus dificultades de aprendizaje, sino una etapa intermedia para lograr el Grado Medio y, en el mejor de los casos, el graduado escolar. Para ello el decreto -al que ha tenido acceso DNA- refuerza los contenidos de los módulos asociados a los bloques comunes; establece itinerarios integrados entre los ciclos formativos de FP Básica y de Grado Medio como incentivo para que quien entre en 1º de FP Básica decida continuar hasta 2º de FP de Grado Medio y, a poder ser, obtenga el graduado de ESO; y en tercer lugar, mantiene el módulo de orientación laboral que la Lomce diluye en distintas asignaturas.

Además, se introducen cambios de calado respecto de los antiguos Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) que la FP Básica viene a sustituir. Con la nueva FP inicial el Ministerio de Educación pretende maquillar las escandalosas cifras de abandono escolar del Estado, manteniendo en el sistema educativo a un colectivo que en otras circunstancias habría colgado los libros. España ostenta el dudoso honor de liderar el abandono escolar temprano en Europa con una tasa de fracaso del 22,7%, doblando la media de la Unión Europea (12,8%), mientras que en Euskadi se sitúa en el 8%.

Entre las novedades de la normativa vasca destaca la oferta del modelo B (euskera-castellano) en consonancia con la reciente incorporación de la línea bilingüe en Formación Profesional y Bachillerato que la Ley de la Escuela Pública Vasca (1993) limitaba al modelo A (castellano) y D (euskera). Además, el alumnado tendrá la oportunidad de cuadruplicar su formación práctica. La FP Básica de la Lomce tiene un módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) en el que el estudiante completa al final de curso la formación adquirida en el centro educativo con prácticas en empresa. El módulo de FCT de la ley Wert limita las prácticas a 160 horas. La norma vasca también prevé una FP Básica en régimen de alternancia, de modo que el alumno puede simultanear durante el curso su estancia en el centro con prácticas remuneradas en una empresa hasta un 30% de la duración del ciclo formativo (hasta 600 horas). Así se eleva la profesionalización. Las empresas que se acojan a esta opción deben suscribir un convenio con el centro y pagar al aprendiz, como mínimo, el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) que este año se ha fijado en 532 euros.

Propuestas del Consejo Escolar Pese a los cambios introducidos por el Gabinete de Cristina Uriarte orientados a paliar los efectos indeseables de la Lomce, el Consejo Escolar de Euskadi advierte de que el decreto no arroja luz sobre las principales sombras de la FP Básica del ministro José Ignacio Wert: el adelanto de la edad de entrada a los 15 años y la imposibilidad práctica de poder acceder al graduado escolar, que es la titulación mínima para poder desenvolverse por la vida. En su dictamen previo a que el Consejo de Gobierno apruebe el decreto vasco, el máximo órgano de representación de la comunidad educativa critica “la disminución de la edad de entrada de 16 a 15 años” y “la desaparición de los módulos voluntarios que preparaban al alumnado para la obtención el graduado escolar”.

Asimismo, el Consejo Escolar censura “el aumento del ratio máximo de alumno por aula, que pasa de 15 a 20”. Y es que, desde su punto de vista, la ratio es “una de las condiciones para el éxito escolar del alumnado”. Este lunes el Consejo Vasco de FP -organismo institucional que aglutina a centros de FP, sindicatos, patronal, departamentos del Gobierno Vasco y diputaciones- también ha solicitado que se baje la ratio. El texto definitivo “va a corregir este problema”, según confirma a este periódico el viceconsejero vasco de FP, Jorge Arévalo, al entender que se trata de una “demanda razonable” para que el profesorado pueda prestar una atención individualizada a unos estudiantes que tienen una complicada situación socioeducativa asociada. Según Arévalo, la versión definitiva del texto rebajará a 15 la ratio máxima de alumno por aula. Por otro lado, y a pesar de que se siguen los dictados de la Lomce respecto a los criterios de admisión del alumnado, la versión vasca “concederá prioridad” al alumnado de 16 y 17 años cumplidos en el año natural de acceso y, posteriormente, al alumnado de 15 años que no esté en condiciones para promocionar a 3º de la ESO. Gracias a este criterio se evitaría la segregación prematura del alumnado que tanto preocupa a profesionales y al Departamento.

La filosofía de crear itinerarios integrados entre la FP Básica y la FP de Grado Medio mejora -pero no resuelve- el problema generado por la ley Wert para acceder al graduado escolar. Con la Lomce, quien supere FP Básica puede presentarse a la reválida obligatoria de 4º de ESO - en su doble itinerario: enseñanzas académicas (conducente al Bachillerato) y enseñanzas aplicadas (orientado a la FP)- para lograr el título de ESO. Este planteamiento hace prácticamente imposible que los estudiantes de FP Básica se gradúen ya que no tienen las mismas materias de ESO y porque, además, no se les computa la media de los resultados obtenidos en FP Básica. Algo que sí sucederá con los estudiantes de ESO. Si a esta discriminación se añade el complicado perfil personal-familiar y académico de los chavales que normalmente acceden a los PCPI, alcanzar el graduado es pura quimera. En el caso de Euskadi, esto es un paso atrás. No en vano, hasta ahora, el 30% del alumnado que cursaba los módulos voluntarios, en colaboración con los centros de Educación Permanente de Adultos, lograba el graduado escolar.

El viceconsejero explica así la clave del decreto con la que se busca parchear el nuevo contexto. “El decreto plantea unos itinerarios integrados de aprendizaje de cuatro años. Vamos a proponer al estudiante que entre en 1º de FP Básica -no le podemos obligar- que, en vez de acabar en 2º, acabe en 4º. Es decir, que acabe en 2º de FP de Grado Medio, de manera que a lo largo de esos cuatro años obtenga el título de FP Básica, el título de Grado Medio y, además, como vamos a reforzar los módulos de las asignaturas, puedan sacarse el título de ESO”. Este es planteamiento del Gabinete de la consejera Uriarte, que está en conversaciones con el Ministerio de Educación “para que hagan una reválida de ESO específica para el alumnado que cursa FP Básica teniendo en cuenta la media durante este ciclo”.

¿Qué es? La FP Básica comprende dos cursos y se organiza en dos bloques comunes -Comunicación y ciencias sociales y Ciencias aplicadas- y en módulos profesionales que garantizan, al menos, la formación necesaria para obtener una cualificación de nivel 1 del Catálogo Nacional de las Cualificaciones Profesionales, que integran los contenidos teórico-prácticos de diversos campos profesionales y contribuirán, además, a que el alumnado adquiera o complete las competencias del aprendizaje permanente

¿A quién se dirige? A los alumnos que tengan cumplidos quince años, o cumplirlos durante el año natural en curso, y no superar los diecisiete años de edad en el momento del acceso o durante el año natural en curso, que no hayan obtenido el graduado escolar. Según la norma vasca se “concederá prioridad” a los de 16 y 17 años.

¿Qué nivel de acceso? Haber cursado el primer ciclo de ESO o, excepcionalmente, 2º de ESO y a propuesta del equipo docente a los padres.

¿Se puede repetir? Los alumnos y alumnas podrán permanecer durante un máximo de cuatro años.

¿Qué título? Los alumnos obtendrán el título de Profesional Básico, que tiene efectos laborales y académicos y facultará para acceder FP de Grado Medio. El decreto vasco propone al alumnado itinerarios integrados de cuatro años para que el estudiante siga hasta 2º de Grado Medio y se presente a la ‘reválida’ de ESO para lograr el graduado escolar. El Gobierno Vasco negocia con el Ministerio una ‘reválida’ específica.