PALMA. Veinte magistrados, veinte condenados por delitos penales con trastorno antisocial de personalidad, veinte expresidiarios sin alteraciones psíquicas y veinte sujetos ajenos al trabajo judicial y sin problemas con la ley se someterán a la resolución de disyuntivas morales mientras se analiza su actividad cerebral en el Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid.
Según ha informado hoy la UIB, cuyo grupo de investigación en Evolución y Cognición Humana impulsa este proyecto, el propósito es determinar cómo se comporta la mente a la hora de evaluar problemas morales importantes, como los actos propios que condicionan de forma determinante la vida de otros.
El estudio lo dirigen los doctores Camilo José Cela Conde y Enric Munar Roca en el marco del proyecto de investigación "Crimen, juicio y moral: un modelo de interpretación de la dinámica de las redes cerebrales en juicios morales realizados por jueces y delincuentes", que financia el Ministerio de Economía y Competitividad.
"Desde la consideración de que la facultad moral es innata y exclusiva de los seres humanos y se ha de incluir entre los rasgos que condicionan la condición humana, el objetivo de los investigadores de la UIB es aclarar la estructura de esta facultad moral", indica la universidad.
Los investigadores consideran que la comparación de la dinámica de las redes cerebrales de delincuentes y los profesionales encargados de aplicarles la ley, en cuya mano está privarles de libertad, contribuirá a entender la capacidad humana de evaluación moral.
La participación de los jueces y los delincuentes (que deben haber cumplido su condena o estar en tercer grado) se ha pactado mediante sendos convenios con el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia.
Los datos que se obtengan de las electroencefalografías a las que se someterá a los 80 participantes en la investigación serán analizados en el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos de la UIB, centro asociado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El estudio está en fase inicial y se prolongará durante dos años.