Viejo y castizo el refrán que dice Año de nieves, año de bienes. Supongo que esto venga de la época en la que predominaba la agricultura y ganadería sobre cualquier otro sector y la nieve era como un bálsamo purificador que limpiaba los campos y llenaba los acuíferos propiciando la base para una buena cosecha.

Pues bien, este 2015, tras esta dura semanita y tras varios años en que ni siquiera helaba en todo el invierno, el blanco meteoro se ha hecho fuerte acercándose incluso hasta el nivel del mar.

Es de ahí, del nivel del mar, exactamente de nuestro puerto (el Puerto de Bilbao) de donde nos han llegado también esta semana varias toneladas de optimismo, con unos datos de crecimiento que me atrevo a calificarlos de extraordinarios.

Los sociólogos, al igual que los economistas, siempre andamos a la búsqueda de datos o ratios, que nos demuestren el movimiento de los grupos sociales o de la economía en general. Sin duda el crecimiento o el decrecimiento de los tráficos de un puerto marcan a las claras cuál es la salud económica de su interland, en el caso del Puerto de Bilbao, de Euskadi y alrededores. Este crecimiento del 4,1%, además de mostrar que el Puerto está dirigido actualmente por personas sobradamente competentes, volcadas en atraer cargas de trabajo hacia aquí sorteando una competencia brutal, significa que nuestras empresas empiezan, por fin, a producir.

¡4,1% de crecimiento!... gran dato, gran gestión y sobre todo buenas expectativas para nuestro pequeño país y sus sufridos ciudadanos que esta semana hemos “disfrutado” de la preciosa nieve.

Cómo se nota que estamos en año electoral, y además municipal y foral; no sé lo que habrá costado todo este operativo invernal, pero bien empleado está, ya que además de empleo, por precario que sea, hará llegar sueldos a familias muy necesitadas. Para esto, entre otras cosas, es el dinero que pagamos en nuestros impuestos. Increíble que ni Barazar ni Urkiola se hayan cerrado esta semana y también muy valorable la actuación del Ayuntamiento de Gasteiz que después de hacer el ridículo con una nevadita de pan y melón hace dos años, en ésta, mucho más intensa y duradera, se ha actuado diligentemente.

Maroto, ¿no ves cómo no valen las excusas? Aquella vez te pilló la nevadita con el “culo al aire” y nos vendiste que poco se puede hacer contra los elementos; ahora con el miedo de las elecciones a cuatro meses vista, con 41 cm. de nieve que he medido en el jardín de enfrente de casa, la nevada y el hielo se han podido mitigar adecuadamente. Entonces no asumiste tus culpas, ahora tendremos que soportar tus sacadas de pecho. Tal vez estar unos años en la oposición haga madurar a este populista alcalde popular. El pueblo dirá. 41 cm. de nieve en Gasteiz; 4,1% de crecimiento en el Puerto de Bilbao,... Las nieves ya han caído, los bienes están llegando de momento por mar, esperemos que también por tierra y aire para salir de estos siete años horrorosos.