Vitoria - Más del 40% de la juventud vasca está en paro, así que es uno de los colectivos más castigados por la crisis. Desde la perspectiva empresarial, este desajuste laboral está motivado por la falta de encaje entre oferta y demanda de empleo. Las empresas no encuentran trabajadores con el nivel de especialización que precisan y los jóvenes salen del sistema educativo con su título, pero sin las competencias que exige el mercado actual debido al enfoque generalista de los estudios. La Formación Profesional dual, en la que se alterna el aprendizaje en el aula con formación específica y trabajo remunerado en una empresa, parece la solución perfecta. Las empresas forman a la carta durante uno o dos años a la cantera con el apoyo del Gobierno Vasco y el alumnado recibe una enseñanza más especializada, y pagada. Además, se logra reducir la alta tasa de desempleo juvenil.
Alemania, donde el paro entre los jóvenes no llega al 6%, ya ha demostrado la eficacia del aprendizaje en alternancia para preparar mano de obra cualificada. Siendo las ventajas tan claras, resulta especialmente significativa la escasa penetración de la FP dual. Y más cuando Euskadi fue la primera comunidad autónoma en implementar experiencias inspiradas en el modelo alemán, como Ikasi eta lan en el periodo 2008-2011 y Hezibi a partir de 2012.
Desde que se inició la crisis, las matriculaciones en FP han crecido por encima del 25%. Hoy en día, ascienden a 35.168 personas, pero este curso sólo habrá 410 estudiantes en FP dual, lo que representa un raquítico 1%. Esta tasa es similar a la del Estado, pero está a años luz de distancia del 42% de Alemania o del 14% de la Unión Europea. Pese a conceder a la FP dual un lugar preferente en sus políticas, ningún Ejecutivo vasco ha hecho públicos los resultados de los programas desarrollados hasta la fecha. No obstante, el sector no oculta que uno de los principales frenos en su avance ha sido la falta de empresas interesadas en participar en ellos, aunque la respuesta va mejorando. Este curso 326 empresas participan en Hezibi, un 80% más que el curso pasado. Aun así, no parece suficiente como para sostener las expectativas creadas por los agentes implicados -Gobierno Vasco, centros de FP y patronales- sobre la FP dual vasca.
Una de las razones de la discreta aceptación por parte de las empresas es que “tienen prevención a la palabra contrato de manera que son más partidarias de utilizar becas y convenios”, según se desprende del estudio La Formación Profesional dual como reto nacional que presentó ayer la escuela de negocios IESE de la Universidad de Navarra. Este prejuicio extendido en el tejido económico vasco -compuesto en su inmensa mayoría por pymes y micropymes- obedece al llamado pasivo laboral. Es decir, los empresarios tienen miedo de asumir las nóminas y la Seguridad Social del nuevo contrato para la formación y aprendizaje del alumnado vinculado a la FP dual. Tampoco favorece en nada el hecho de que muchas empresas hayan estado despidiendo a trabajadores o se hallen en ERE. Y es que, los sindicatos no están por la labor de favorecer este tipo de educación ya que, según ellos, podría ser la excusa para abastecer las empresas de mano de obra barata.
El nuevo decreto que prepara el Gobierno Vasco para regular la FP dual incluye varias novedades. Entre ellas su ampliación hasta los tres años (uno más que ahora) para elevar el nivel de especialización. La FP de tres años ya se está experimentando en el centro Egibide de Gasteiz, en colaboración con Mercedes-Benz. Se reconocerá esta formación complementaria con un certificado en el que ya trabaja la Viceconsejería de FP. También se crea la figura del alumno trabajador o aprendiz, como la síntesis de la persona que enriquece su formación simultaneando el estudio y el trabajo en un campo directamente relacionado con un ciclo formativo. Asimismo, se contempla la opción de la beca. Este es un cambio de calado ya que rompe con la esencia misma de la FP dual: que los estudiantes firmen un contrato con una empresa.
Becas blindadas Según el borrador del decreto al que ha tenido acceso este diario, la FP dual podrá realizarse bajo dos tipos de relación entre el alumnado y las empresas. Por un lado, la alternancia con un contrato de formación y aprendizaje, como hasta ahora; y por otro, con un régimen de compensación al estudiante mediante becas. Ambas modalidades están reguladas por el real decreto que aprobó el Ministerio de Educación en noviembre de 2012. Pero la normativa vasca incluye un plus para el alumno que la normativa de Madrid no recoge. Las empresas que se acojan a la opción de la beca deberán pagar al alumno “como mínimo” el Indicador Público de Renta a Efectos Múltiples (Iprem), que sustituyó al SMI como referencia. Este año el Iprem se ha establecido en 532,51 euros, por lo que las empresas deberían abonar esta cantidad a sus aprendices independientemente del tiempo que pasen en la empresa, aunque “no podrá ser inferior al 50% de la duración total del ciclo formativo en régimen ordinario”. Además, y para garantizar la seguridad, el Departamento de Educación contratará una póliza de seguro complementaria de accidentes y otra de responsabilidad civil.
Lo que ha hecho el Gobierno Vasco es “garantizar que la empresa pague al alumno el Iprem, que ronda los 600 euros, y a partir de ahí lo que ella quiera”, explica el viceconsejero vasco de FP, Jorge Arévalo. Además “se regula que el alumno vaya a la empresa con unos objetivos concretos y con una programación perfectamente definida por la empresa y el centro de FP ”.
A juicio de Arévalo, la beca “va a suponer un revulsivo para que las empresas acojan a gente en formación”. El Gobierno Vasco se mueve en un escenario de “optimismo”, de modo que “2015 sea el año de la eclosión de la FP dual en Euskadi”. Con estos cambios, el Departamento proyecta elevar hasta 1.000 el número de aprendices el curso que viene, más del doble que este año. “La beca va a animar a muchas empresas a probar la FP dual porque apenas les genera grandes compromisos y sí muchos beneficios, como una formación compartida empresa-centro, chavales motivados, un tutor en el centro y una formación para el tutor de la empresa”, asegura el viceconsejero.
El presidente de la Asociación de Centros de FP de Iniciativa Social de Euskadi, Julen Elgeta, está “satisfecho” por la decisión de ampliar a tres años la FP dual, aunque no oculta sus dudas respecto a la beca. “Una beca es una beca y un contrato es un contrato”, aunque describe así la situación: “Entre la nada y una beca, una beca”.