Gasteiz - Cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana. Aquello de “en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad”, etc? pasó a la historia; el refrán popular va cargado de razón. Pero lo que no dice este viejo proverbio es que muchas parejas a las que se les acaba el amor se ven obligadas a permanecer unidas porque la separación cuesta mucho dinero. Sin embargo, la tendencia parece estar cambiando en el Estado español y también en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), donde se disuelven 44 matrimonios por cada cien mil habitantes. En el último año las rupturas han pasado de 875 a 960.
Según indica la abogada matrimonialista María Jesús Real Flores, miles de matrimonios optan por romper su relación después de las vacaciones, sobre todo las de verano; sus demandas llenan los juzgados a partir de octubre. Pero en 2014 la tendencia ha ido más allá de lo habitual por esas fechas. Así, entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, en el Estado español se registraron 27.266 demandas de divorcio, un 12,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Al menos así se desprende de una encuesta realizada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dada a conocer recientemente. De cada cinco separaciones, tres (15.456) se han llevado a cabo de mutuo acuerdo; el resto (10.810) han sido de forma no consensuada.
las tensiones continúan “La crisis económica sí ha afectado a los procesos de divorcio como lo han venido demostrando las cifras que cada año desde el inicio de la recesión en 2007 ha venido arrojando el INE; los porcentajes eran importantes, pero los fracasos matrimoniales o de pareja están ahí; no desaparecían. Las parejas no se querían más que antes de iniciarse la crisis; la explicación era y es estrictamente económica. Matrimonios con una complicadísima convivencia y con hijos e hijas se echaban y echan para atrás porque no podían hacer frente a la hipoteca o son conscientes de la dificultad a la hora de vender su casa y repartirse los bienes”, explica la especialista matrimonialista, quien sí considera que cuando el dinero te da la espalda, las tensiones se disparan, los príncipes azules se disipan, y en muchos casos, las princesas se convierten en brujas malvadas.
“Suele ser ley de vida y la gravedad de la crisis que seguimos sufriendo la mayoría de la ciudadanía de a pie puede estar encubriendo el deterioro de las relaciones matrimoniales porque las separaciones suelen ser costosas, por eso a veces se plantea como mejor opción pactar una tregua hasta que lleguen tiempos mejores y puedan decirse adiós definitivamente”, sostiene Ander G. Bilbao, experto en mediación, quien reconoce que es lógico que las rupturas se multipliquen a la vuelta de las vacaciones, “que es cuando la pareja suelen pasar por lo general más tiempo juntos. A la vuelta es cuando se dan cuenta de que las cosas no pueden seguir como están; que la relación está rota, que riñen por tonterías y que la comunicación brilla por su ausencia”, recalca.
Según el informe de CGPJ, la situación económica “por la que atraviesa el país sigue haciéndose sentir” en los procedimientos de medidas, en procesos de separación o divorcio, en materia de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales. “Todos ellos mostraron importantes incrementos interanuales en el tercer trimestre del año”, subraya. En este sentido, los procedimientos de modificación de medidas consensuadas (un total de 1.928) registraron un incremento del 20,3% respecto al año anterior, y las peticiones de modificación de medidas no consensuadas hicieron lo propio en un 10,1%. Paralelamente, se iniciaron 3.473 procedimientos consensuados de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales (un 21,5% más que en 2013) y otros 5.925 no consensuados (un 18,5% más). En relación a las disoluciones, las demandas de divorcio “de mutuo acuerdo”, fueron las que más se incrementaron, un 12,7%, lo que representa la mayoría de estos procedimientos (un total de 16.456).
Madrid (un 32% más), La Rioja (un 25% más), Galicia (un 24,4% más) y Aragón (21,2%) fueron las zonas donde más se incrementaron este tipo de divorcios, seguidas de País Vasco (19,5%); mientras que la Comunidad foral de Navarra (un 2,8% menos) y Canarias (un 0,8% menos) fueron las únicas en que se redujeron.
Se produjeron 10.810 demandas de divorcio no consensuado, lo que representa una subida del 12,2% respecto a las cifras de 2013 debido sobre todo al aumento de estos casos en Baleares (un 43,4% más), Madrid (un 26% más) y Galicia (un 23,2% más). Aún así, todas las comunidades crecieron en el número de divorcios no consensuados menos en Cantabria, donde se redujeron un 2%; País Vasco, donde mermaron un 4,5%; y Asturias, que también registró un 3% menos casos. En las separaciones, el número de demandas contenciosas (453) disminuyó un 6,8% y acumula una caída del 32,3% en el último lustro en estos meses del año. Baleares (un 52,9% menos) es la comunidad donde más se redujeron estos procedimientos, seguida de Asturias (22,9%), La Rioja (20%) y Extremadura (18%), mientras que en Aragón, Cantabria y Navarra aumentaron.
Mutuo acuerdo Así, aunque el volumen total de demandas de separación se incrementó un 6,9%, debido al aumento de las demandas de mutuo acuerdo (1.087, un 13,8% más) estas últimas registran igualmente una caída acumulada del 9% en los meses de julio a septiembre desde 2009 hasta este pasado año. Aún así, Murcia (60,9%) y Castilla-La Mancha (55,2%) experimentaron incrementos superiores al 50% en el número de separaciones consensuadas; y Castilla y León (47,7%), Cantabria (33,3%) y Madrid (26,7%) fueron otras de las comunidades donde más aumentaron estos procedimientos. Por último, la cifra de nulidades matrimoniales declaradas durante este periodo fue prácticamente idéntica a la del mismo espacio de tiempo el año anterior: un total de 37, frente a las 36 de 2013.