Bilbao - El Gobierno vasco está ultimando un decreto para regular la Red Vasca de Ciencia Tecnología e Investigación (RVCTI) que establece los nuevos criterios que debe reunir cada uno de los agentes que forman dicha red para renovar su acreditación. De no pasar el filtro de la reacreditación, el agente en cuestión (Unidades de I+D Empresariales, las Corporaciones y Centros Tecnológicos, los Centros de Investigación Cooperativa (CIC), los Clusters, las Asociaciones Industriales y las Entidades intermedias de Innovación, los Centros de Investigación Básica y de Excelencia (BERC), etc.) dejaría de formar parte de la Red Vasca de Ciencia. Y, por tanto, dejaría de optar a las ayudas directas con las que Lakua financia su actividad.
A través de este nuevo proceso de acreditación, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu pretende “mejorar la eficiencia y los resultados de la importante inversión pública” que se destina en Euskadi a la investigación y desarrollo (203 millones de euros en los Presupuestos de la CAV de este año y 2.737 millones de euros los próximos seis años, según las previsiones del nuevo Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Euskadi 2020).
El importante paso dado por el Gobierno vasco para reorganizar y mejorar la competitividad nacional e internacional de la Red Vasca de Ciencia Tecnología e Investigación (creada en 1997) ha puesto en la picota a tres de los siete Centros de Investigación Cooperativa (CIC) existentes porque no cumplen los criterios para continuar siendo un centro de esta naturaleza. El borrador del decreto que prepara el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad establece que los CIC deben reunir cuatro requisitos en el momento en el que soliciten su acreditación. En concreto, deben contar con una plantilla de 50 o más personas de las que el 40% debe poseer el título de doctor. Además, la financiación pública no competitiva -es decir, las ayudas directas del Gobierno- no puede suponer más del 70% de los ingresos totales del centro. Y por último, deben contar en sus órganos de gobierno con un 30% de representantes del mundo empresarial, no en vano una de las actividades fundamentales de los CIC es la explotación comercial de los resultados de la investigación mediante la generación de patentes y la creación de empresas de base tecnológica.
Atendiendo a estas exigencias, el CIC marGUNE en Fabricación de Alto Rendimiento (creado en 2002), el CIC microGUNE en Micro-Nano-Tecnologías (creado en 2004) y el CIC tourGUNE en Turismo (creado en 2007) no están en condiciones de lograr la acreditación que pide el Gobierno para seguir siendo un Centro de Investigación Cooperativa.
Al parecer, el problema común a los tres CIC es de dimensión, su plantilla es inferior a 50 personas, que es “la masa investigadora mínima” que el Gobierno vasco considera que tienen que tener los CIC para desarrollar las labores que desempeñan como “agente de investigación con capacidad para liderar coordinar y transferir conocimiento con visibilidad internacional”. La situación podría afectar directamente a decenas de pequeñas y medianas empresas y entes públicos, así como a las tres universidades vascas que integran estos tres Centros de Investigación Cooperativa.
Es la propia consejera de Desarrollo Económico y Competitividad quien desvela en una respuesta parlamentaria al PSE el futuro incierto de estas tres entidades cuando entre en vigor el decreto. Actualmente, afirma Arantza Tapia, CIC marGUNE, CIC microGUNE y CIC tourGUNE “no cumplen los requisitos”. Ello no implica necesariamente la desaparición del centro, pero sí la pérdida de la categoría y los privilegios asociados a ella. Es decir, la financiación, que es como firmar su acta de defunción. En el mejor de los casos, y si el Gabinete de Tapia así lo estima, el agente que esté en la cuerda floja cuando pida su reacreditación gozaría de un plazo determinado para cumplir los requisitos que exige la normativa que se aprobará próximamente. En el peor de los casos se expulsaría al agente infractor de la Red Vasca de Ciencia, con lo que si decide proseguir con su actividad lo haría sin el respaldo del Gobierno vasco. Es decir, pasaría a actuar como un centro de investigación independiente que tendría que buscar financiación en concurrencia competitiva u optar a determinados programas de financiación pública no competitiva al margen de las convocatorias del Gobierno vasco.
El nuevo decreto -cuyo objetivo es la competitividad y no eliminar centros de I+D- ofrece dos vías alternativas al cierre de la entidad investigadora: la reacreditación del centro en otra categoría de la RVCTI (si cumple con los requisitos de esa categoría) o su integración en otro centro existente. IK4 o Tecnalia son dos ejemplos claros de concentración de agentes dentro de la RVCTI, en ambos casos, con resultados muy destacados en sus respectivos ámbitos.
La consejera Tapia recuerda que la pertenencia a la RVCTI “no garantiza en sí misma la financiación pública para todas las tipologías de agente, pero sí es un requisito, entre otros, para acceder a determinados programas de financiación pública no competitiva o en concurrencia competitiva”. Dicho de otro modo, que el agente que incumpla el futuro decreto puede seguir funcionando, pero tendrá serias dificultades para poder acceder a las subvenciones públicas que ofrecen las distintas instituciones, al menos vascas. Por no hablar del golpe a la credibilidad que puede suponer para un centro de I+D el ser expulsado de la Red Vasca de Ciencia a ojos de los posibles inversores privados.
Conscientes del “previsible” incumplimiento de las condiciones de reacreditación por parte de los mencionados CIC, en junio de 2014 el Departamento inició conjuntamente con ellos un proceso para analizar su situación y valorar su mejor encanje en la RVCTI teniendo en cuenta sus capacidades y estructura, su productividad, así como su alineamiento con las áreas de investigación establecidas en la Estrategia de Especialización Inteligente que vertebra el Plan Vasco de Ciencia, siguiendo la tendencia de la Unión Europea.
La Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación está estructurada en tres subsistemas:
1. Subsistema Científico y Universitario.
Universidades.
Centros de Investigación Cooperativa (CIC).
Centros de Investigación Básica y de Excelencia (BERC).
2. Subsistema de Desarrollo Tecnológico e Innovación.
Corporaciones tecnológicas.
Centros Sectoriales.
Centros Internacionales Desarrollo y Transferencia Tecnológica.
Entidad de Certificación y Laboratorio.
Organismos Públicos de Investigación.
Unidades de I+D Empresariales.
Unidades de I+D Sanitarias.
3. Subsistema de Apoyo a la Innovación.
Parques Tecnológicos y Centros de Empresas e Innovación.
Organismos Intermedios de Innovación.
Creados para optimizar las capacidades Científico-Tecnológicas del País Vasco, generando economías de escala y asegurando una masa crítica suficiente para el desempeño eficaz de sus funciones, se dedican a generar nuevo conocimiento así como la transferencia tecnológica, la formación de alto nivel y la explotación comercial de los resultados de la investigación.
CIC biomaGUNE en Biomateriales.
CIC bioGUNE en Biotecnología.
CIC marGUNE en Mecanizado de Alto Rendimiento (*en la cuerda floja).
CIC microGUNE en Micro-Nano-Tecnologías (*).
CIC nanoGUNE en Nanociencias
CIC tourGUNE en Turismo (*).
CIC EnergiGUNE Centro de Investigación sobre Energía.