gasteiz - El título lo dice todo: Dormir sin llorar. Se refiere a los niños, aunque a veces también gimotean los padres. Procurar el descanso de todos es el objetivo de este libro, publicado por la editorial Ob Stare, que han escrito un puñado de madres combinando su experiencia con rigurosa documentación. Begoña Sanz, coautora y profesora del Departamento de Fisiología de la UPV, avanza algunas claves.
“El mío duerme del tirón desde que nació”, te dicen y tú quieres morirte. ¿Mienten?
-Hay mucha gente que no dice la realidad o que la disimula. Parece que es un estigma, que si tu hijo no duerme has hecho algo mal.
Se supone que los recién nacidos duermen como lirones, pero algunos no se dan por aludidos.
-Hay niños que son de libro, se despiertan cada tres horas, lloran, maman y duermen, pero a la mayoría les cuesta adaptarse al mundo exterior y necesitan el contacto para estar tranquilos. Si te dicen que los bebés van cogiendo rutinas y durmiendo, te desesperas porque estás agotada y crees que solo le pasa al tuyo. El libro ayuda a ver que eso es normal.
También te suelen decir que si lo coges, lo vas a malacostumbrar.
-Nos inculcan que no hay que cogerlos como si acostumbrarles a tener cariño fuese malo. Si un niño llora y deja de hacerlo cuando lo coges, cógelo. También hay quien dice que los niños son pequeños tiranos que te hacen chantaje emocional. A nosotras nos parece que si un bebé llora porque quiere estar con su madre, no piensa que está manipulando, simplemente llora para pedir lo que necesita.
A veces los padres de bebés que duermen bien se confían y cuando menos se lo esperan...
-Algunos dejan de dormir cuando les salen los dientes o empiezan a tener conciencia de la angustia de separación. Se despiertan, ven que están solos y necesitan confirmar que su madre no se ha ido. Si eso es lo que necesitan, ¿por qué hay que hacer lo contrario?
¿Qué se puede hacer para ‘sobrevivir’ a la lactancia a demanda?
-Dormir con el bebé o utilizar una cuna sidecar, de esas que se enganchan a la cama, de manera que su madre le pueda atender rápidamente sin que ninguno se desvele. Si está en otra habitación, entre que le oyes, te levantas y vas, tú te desvelas, te enfrías y te enfadas y el niño ya está desgañitado.
¿Llenarles la barriga con cereales ayuda a que no se despierten?
-Muchas veces lloran por hambre, pero otras solo quieren consuelo o asegurarse de que están protegidos. Hinchando a tu hijo a la hora de la cena no te vas a garantizar que no se despierte. Además, los cereales comerciales pueden resultar indigestos para algunos niños.
Cuando los duermes en brazos no hay forma de posarlos en la cuna. Parece que tiene pinchos.
-Una buena idea puede ser esperar a que entre en un sueño más profundo, dejarlo en la cuna encima de la misma manta con que le has tenido en brazos o calentar un poquito la sábana para que no note el cambio de temperatura.
Algunos se adormecen con el movimiento o si oyen el zumbido de un secador.
-Yo creo que si la madre se ha movido mucho durante el embarazo, el niño está acostumbrado. Leí el libro de una madre que vivía cerca del aeropuerto en la India. El niño en el hospital no durmió nada y al volver a casa se quedó dormido. No sé si es que tienen recuerdos de cuando estaban en el vientre de la madre o simplemente les adormece la sensación de arrullo.
Hay quien coge las llaves del coche y les da una vuelta.
-Yo misma lo hacía para que mi hijo echara la siesta y no llegara rendido a la noche. Esa teoría de cansarles mucho para que duerman es errónea. Si estás molido, te cuesta más conciliar el sueño.
A veces da vergüenza contar lo que uno llega a hacer para conseguir dormir a su hijo.
-Hay una especie de miedo a contar que lo que te pasa a ti se sale de lo socialmente perfecto, pero según empiezas a hablar, descubres gente que ha pasado por lo mismo. Mientras que lo que hagas sea respetuoso para el bebé y vaya en beneficio del descanso familiar, no tiene por qué opinar nadie. Hay que buscar soluciones personalizadas. A lo mejor lo que le ha valido a una familia no le vale a la otra.
Existen medicamentos que favorecen el sueño. ¿Los aconsejan?
-Hay niños que tienen desajustes en el sueño por culpa de una patología y habrá que tratarla, pero no hay ninguna razón que justifique medicar a un niño sano que no duerme seguido. No nos parece legítimo utilizar los efectos secundarios de los antihistamínicos para adormecer al niño y administrarles una hormona, como la melatonina, si no es para tratar un problema, es una barbaridad.
También hay productos naturales. ¿Los rechazan igualmente?
-Creemos que la homeopatía no va más allá del efecto placebo y tampoco hay evidencia científica respecto a las flores de Bach. Las plantas medicinales sí tienen principios activos, pero algunas son más peligrosas de lo que parece. Yo no recurriría a ellas para hacer que un niño pequeño duerma.
¿A qué edad hay que pasarles a su propia habitación?
-Hay niños que antes del año duermen en su habitación y otros de dos años o más que necesitan estar cerca de los padres porque se despiertan mucho y vas a trabajar cansado y de mal humor. Cuando ya no cabe en la cuna o ya no es cómodo meterlo con nosotros, se le puede poner una cama pequeñita al lado de la nuestra. Otra opción es dejarle participar en la decoración de su habitación y hacer el camino a la inversa, que empiece a dormir allí acompañado e ir abandonando poco a poco su cuarto.
Trapitos, muñecos? ¿Ayudan?
-Si les gusta y les da seguridad, no tiene por qué ser malo. Hay padres que arrullan al bebé con una camiseta de la madre para dormirlo.
¿Cómo superar las secuelas de una noche en vela?
-Hay que aprovechar para dormir cuando el bebé duerma porque no sabes si a la noche vas a poder. Si hay que pasar la aspiradora y echar una siesta, echa la siesta. El apoyo de las dos partes de la pareja también es importante.
Y cuando la cosa se alarga ¿solo queda darse a la cafeína?
-Nosotras recomendamos buen humor. Hay cosas contra las que no se puede luchar. Y luego sí es verdad que el café se convierte en un compañero a la mañana.