Bruselas - La Comisión Europea (CE) decidirá en 2015 si considera la contratación de vehículos a través del teléfono móvil que ofrece la empresa estadounidense Uber como un servicio de transporte o como uno tecnológico, lo que podría frenar los intentos de prohibición en países como Francia o España.

El Ejecutivo comunitario analiza la cuestión porque Uber ha presentado una queja contra Francia en la que denuncia que la normativa nacional, en la que el Gobierno galo fundamenta su intención de prohibir este servicio, viola el derecho comunitario. La compañía asegura que la norma francesa, que fue aprobada en octubre y entra en vigor en enero, introduce una barrera técnica al mercado interior de servicios de información que no ha sido notificada a Bruselas, como exige la directiva europea.

Bruselas tiene ahora que decidir en primer lugar si Uber puede ser considerado como un servicio tecnológico al que debe aplicarse esa directiva sobre sociedad de la información, o si por el contrario debe ser tratado como un servicio más de transporte, regulado a escala nacional. Si se inclina por la primera opción, Francia podría tener problemas por no haber notificado la adopción de su nueva normativa a la Comisión, que incluso podría llegar a abrir un procedimiento de infracción.

En el caso de que la CE entienda que Uber es un servicio de transporte que debe respetar las normas nacionales, todavía habría que analizar si esas reglas nacionales respetan principios básicos del mercado interior de la UE como la no discriminación, la libertad de establecimiento y la proporcionalidad, añaden las fuentes. - Efe