MADRID. No obstante, si bien todos los fármacos identificados están ya aprobados para su uso con pacientes en otras patologías, aún son necesarias más investigaciones y ensayos en animales y humanos.

Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio que se publica en la revista Emerging Microbes and Infections, del grupo editorial Nature, y en el que han participado científicos de centros de EEUU y Canadá, entre ellos dos investigadores españoles.

Adolfo García-Sastre, de la Escuela Icahn de Medicina en el Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, ha explicado a Efe que algunos de los medicamentos identificados están ya en el mercado y otros no, pero lo que sí están es todos ya aprobados para uso con pacientes.

"Una de las razones importantes que hemos tenido en cuenta para publicar este estudio antes de hacer experimentos con animales, es que esperamos que todos los laboratorios que tienen capacidad de conducir experimentos con el virus infeccioso puedan empezar a hacer ensayos y encontrar uno o varios de estos fármacos que funcionen bien", ha relatado vía correo electrónico García-Sastre.

Con el fin de llevar a cabo esta investigación, los científicos generaron partículas víricas no infecciosas que usan el mismo mecanismo de entrada en las células que el virus del ébola.

Por fuera son idénticas al virus del ébola, pero por dentro, en lugar de contener la información genética del virus -lo que las haría infecciosas-, contienen una proteína que genera una señal de fluorescencia y que sirve de guía a los científicos, que la situaron de forma artificial en la célula para que actuara de "chivato".

Con ella, consiguieron hacer seguimiento del comportamiento del virus y comprobaron si entraba o no entraba en la célula.

Así, los investigadores generaron estas partículas víricas no infecciosas y las aplicaron a las células en presencia del medicamento (cada fármaco fue probado individualmente).

A partir de ahí, identificaron 53 medicamentos capaces de inhibir la entrada de esas partículas víricas "generadas" en las células.

"Aunque aún tienen que ser probados -los fármacos- con virus infecciosos, es casi seguro que la mayoría inhibe la entrada del ébola en las células. Con eso esperaríamos que se parase la infección y, por lo tanto, se disminuyeran los síntomas severos de la enfermedad", ha detallado García-Sastre, quien ha recalcado no obstante que "aún se necesita demostrar si esto es así" y establecer la dosis del fármaco no tóxica necesaria para parar la enfermedad.

Los científicos han clasificado los 53 medicamentos en seis categorías.