gesto en la catedral. El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se postró ayer ante el altar mayor de la catedral para pedir perdón por los “escándalos” que han afectado a la Iglesia y aseguró durante su homilía que “el mal es mal” y hay que “erradicarlo” de forma decidida si afecta a inocentes. El prelado permaneció tumbado en el suelo durante varios minutos junto a otros religiosos y delante de los fieles que acudieron a la eucaristía. Este gesto se produce después de conocerse públicamente los presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su Archidiócesis. Foto: Efe
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