MADRID. Según ha explicado el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, se trata del juicio con el mayor número de activistas encausado en España por desplegar una campaña en la torre de refrigeración de la central valenciana de Cofrentes y recuerda que el Consejo de

Seguridad Nuclear emitió un comunicado el día de marras en el que afirmaba que "en ningún momento los miembros del grupo ecologista han accedido a zonas vitales de la instalación ni se ha puesto en peligro la seguridad de la planta".

Para la ONG, Cofrentes "tiene que cerrar", como Garoña o Zorita porque la energía nuclear es cara, peligrosa y porque "no es ético" dejar a las generaciones futuras durante miles de años la gestión de los residuos radiactivos.

Rodríguez considera que no es justo ni proporcionado que los activistas y el fotoperiodista se expongan a penas de cárcel y a multas de 360.000 euros por pintar "peligro nuclear" en una torre de refrigeración y ha subrayado que "no puede salir más caro defender el medio ambiente que destruirlo".

En este sentido, ha recordado que su trayectoria de 30 años de activismo pacífico en España y ha recordado que el artículo 45 de la Constitución Española garantiza el derecho y el deber de defender el medio ambiente.

Sobre Cofrentes, ha advertido que después de tres décadas de funcionamiento, la planta acumula una "larga serie de fallos y problemas de seguridad sin resolver" mientras se envejece cada día. "Están coartando la libertad de la ciudadanía a protestar", ha afirmado.

Al juicio, que se celebrará los días 4, 5, 9, 10 y 11 de diciembre, tendrán que presentarse los 16 activistas que, según Amanda Luna, una profesora de música de Valladolid que es una de las encausadas, representan todos los espectros de edad, de la sociedad y que proceden de distintos puntos de la geografía española.

Luna, en representación de los activistas, ha dicho que todos están unidos por un profundo sentimiento de respeto al medio ambiente y que esta preocupación les llevó a querer defender de forma pacífica este derecho. "Si no la defendemos la estamos atacando. Es indispensable cuidar la naturaleza y nuestro entorno y creo que es mi deber luchar por un futuro mejor, igual que mis compañeros", ha manifestado.

En este contexto, ha recordado que aquel 15 de febrero se quiso poner de manifiesto que las centrales nucleares "no dan la seguridad que se necesita" y que no quieren este "peligro tan cerca de casa".

Así, Rodríguez ha anunciado el lanzamiento de la campaña de Greenpeace 'Misión Cofrentes: Artículo 45. Defender el medio ambiente es un deber. Protestar, nuestro derecho". Con esta acción, que en la red social Twitter tendrá el Hastagh #Mision45, cada uno de los 17 días que restan hasta el juicio, plantearán distintas misiones a quienes quieran expresar su apoyo a los encausados.

"Los próximos 17 días queremos que la ciudadanía participe en la protección del medio ambiente desde el derecho a protestar contra las tropelías que muchos hacen y que otros permiten", ha apostillado.

Por su parte, el abogado de Greenpeace José Luís Marraco, ha asegurado que ningún juicio anterior contra la ONG ha sido "de la dureza de las acusaciones de este" y que en muchas ocasiones los casos se han resuelto con sentencias absolutorias. A su juicio, el endurecimiento de las penas en este contexto es "denigrante".