“El caballo de ‘Águila Roja’ sigue vivo y coleando”. Así de tajante se ha mostrado Globomedia, tras las informaciones de agencias -según una nota del Seprona- en las que se decía que el equino de la exitosa serie había aparecido muerto por desnutrición en una finca de Cáceres.En declaraciones exclusivas a VERTELE, la productora aclara que Cervantino -el caballo que sí ha fallecido- ‘no ha trabajado’ en la ficción de TVE. Según nos detallan, los dos caballos principales que aparecen en ‘Águila Roja’ se llaman Almirante y Talibán respectivamente.
El primero lo monta David Janer, y el segundo lo hace el especialista para las escenas de acción.Globomedia añade que estos dos animales fueron ‘los mismos que acudieron el pasado septiembre al FesTVal de Vitoria’, donde la serie presentó su nueva temporada con una espectacular entrada en la alfombra naranja. La productora quiere dejar claro que los caballos de su serie ‘están -y siempre lo han estado- en perfecto estado’.
Estos dos equinos se encuentran en Madrid, en las cuadras de una empresa con la que trabaja Globomedia. Así, la productora ha salido rápidamente al paso de las informaciones, puesto que ‘no solo se trata de la vida de los propios animales, sino también de poner en riesgo la de los actores’ -en el caso de trabajaran con animales sin salud-.
Lo que sí ha ocurrido es que la Guardia Civil ha imputado por un delito de maltrato animal al propietario de quince caballos que fueron localizados en “condiciones de desnutrición extrema”, en una finca del término municipal de Jarilla (Cáceres). Fue una denuncia interpuesta por un particular, en la que se informaba de la existencia de equinos en “deficiente estado de carnes y deshidratación, por falta de alimentos y agua”.
Con esta información, el pasado 19 de septiembre, integrantes de la Patrulla del Seprona de Plasencia, acompañados por un veterinario adscrito al Servicio de Sanidad Animal del Gobierno de Extremadura, realizaron una inspección ocular en esta explotación. En la misma, “hallaron el cadáver en estado de descomposición de un caballo, sin que se pudiera precisar la etiología de su muerte”, explica la Guardia Civil en nota de prensa.
Realizaron gestiones sobre la identidad del equino muerto, cotejando para ello el hierro de la yeguada y la documentación identificativa aportada por el propietario. Se hizo así ya que el cadáver carecía de tejido adiposo y muscular en la zona del cuello y el microchip no era legible. Tras todo ello, constataron que se trataba de un caballo de nombre Cervantino, que habría participado -cuando era propiedad de otras personas- en el rodaje de series televisivas.