Los hospitales, ambulatorios y centros de salud vascos, en los que trabajan más de 30.000 profesionales, vivieron ayer una jornada de cuatro horas de paros parciales en los turnos de mañana y tarde contra los recortes y en demanda de la recuperación del empleo perdido. Sin embargo la sanidad vasca, aunque atraviesa momentos laborales convulsos, no vivió ninguna marea blanca ni sufrió ninguna paralización. Osakidetza cifró el seguimiento de las protestas en un 5,6% y se felicitó de que el 94,4% del personal acudiera a su trabajo. Los sindicatos, por su parte, declinaron dar cifras y aseguraron que resulta imposible hacer un balance real de la incidencia ya que los “abusivos” servicios mínimos impidieron a muchos trabajadores secundar la huelga. Sin embargo señalaron que “el seguimiento fue importante entre los trabajadores con opción real de hacer huelga”.
Esta denuncia fue ratificada por parte de todas las centrales sindicales -SATSE, ELA, LAB, SME-FFHH, CCOO, UGT y ESK con representación en la mesa sectorial- en la concentración desarrollada ante la delegación de Osakidetza en Bizkaia.
Aunque la huelga de ayer -la primera que no se convoca a jornada completa- no pareció tener la repercusión esperada, no desinfló el conflicto, que volverá a ahondarse con tres huelgas -estas sí de todo el día- en cada territorio. Los sindicatos volverán de nuevo a la arena el día 13 en Araba, el 20 en Gipuzkoa y en 27 en Bizkaia y pisarán el acelerador con un paro en todo Euskadi el 4 de diciembre. Todo ello si no prosperan las vías de diálogo que se retomarán en la próxima mesa sectorial prevista para este mismo mes.
Cruce de acusaciones El Departamento vasco de Salud minimizó el impacto de las movilizaciones al subrayar la baja incidencia de la huelga, apenas un 5,6%, aunque el turno de mañana donde se preveía tuviera la mayor repercusión consiguió un punto más, el 6,5%.
Una vez contabilizado el seguimiento en ambos turnos, de las 20.625 personas que debían estar trabajando, 19.402 acudieron a su puesto de trabajo y 1.223 secundaron el paro. Por categorías, Osakidetza destacó que solo el 2,3% de los médicos participaron en las protestas, mientras que entre el sector de enfermería el seguimiento representó el 5,6%. Entre el resto del personal, la participación en los dos turnos de paros alcanzó el 8,2%. “El funcionamiento ha sido prácticamente normal”, aseguró ya a la una del mediodía el director de Osakidetza, Jon Etxeberria, quien indicó que de los 130 quirófanos programados para ayer por la mañana, se dieron “problemas” en siete, incidencias relacionadas con el paro entre los celadores.
El director general de Osakidetza recordó que la sanidad no es una “fábrica de tornillos” porque su objetivo es garantizar el derecho de los pacientes a recibir asistencia y responder a las necesidades más urgentes. Etxeberria insistió en la voluntad de diálogo con los sindicatos, a quienes emplazó a presentar propuestas “razonables” y a “no pedir cosas que no se pueden dar”.
Los representantes sindicales, por su parte, expresaron que, pese a los “impedimentos”, la plantilla de Osakidetza “ha respondido y mostrado su malestar en los centros de trabajo”. Las centrales acusaron a Osakidetza de “vulnerar” el derecho a la huelga con los servicios mínimos “abusivos” establecidos, que, sin embargo, no aclararon fija el Departamento de Trabajo. Denunciaron “las múltiples amenazas al personal eventual”. En concreto, aseguraron que “presionando con todo tipo de medidas, Osakidetza intentó impedir que la primera jornada de huelga fuera un éxito”.
En Bilbao, la representante del sindicato de enfermería, SATSE, Encarna Sáez de la Maza criticó que “el 80% del personal de hospitales estuviese ayer de servicios mínimos” y denunció un “abuso” de la cirugía programa para hoy -por ayer- convirtiendo en “urgente operaciones que habitualmente no lo son”. Asimismo, afirmó que se han generado “partes quirúrgicos mucho más abultados que en un día ordinario”.
Se aseguró que en Atención Primaria también se habían “vulnerado” los servicios mínimos. “Osakidetza no quiere que la sociedad vea el enfado que hay por parte de la plantilla”, se apuntó. Los sindicatos indicaron que recopilarán todas las incidencias del día y las pondrán en conocimiento de los juzgados, si consideran que son constitutivas del delito de vulneración de derechos fundamentales del personal de Osakidetza.