GASTEIZ - El primer paro en Osakidetza en los casi dos años que se van a cumplir de legislatura de Iñigo Urkullu, escenificará hoy el bronco panorama laboral que se respira en el principal servicio público del país y que divide a los sindicatos y a la dirección de Osakidetza. Los sindicatos mantienen su presión en el sistema vasco de salud y echan un pulso a las autoridades sanitarias con el objetivo de “recuperar el empleo perdido” y mejorar el servicio sanitario. Los paros se iniciarán a partir de las 11.00 de la mañana en los turnos de mañana y las cuatro primeras horas de los turnos de tarde, es decir hasta las siete.
El malestar laboral ha conseguido aunar a todos los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME-FFHH, CCOO, UGT y ESK que mantienen una postura irreductible y realizaron ayer una llamamiento a la plantilla de Osakidetza a secundar el paro convocado en todos los hospitales, centros de salud y ambulatorios. En un comunicado, indicaron que, con estas protestas, pretenden reclamar “cargas de trabajo aceptables y la eliminación de las discriminaciones salariales entre trabajadores de Osakidetza”. “Está en juego la dignidad de la plantilla y el servicio sanitario de toda la sociedad”, señalaron.
El otoño caliente anunciado por las organizaciones sindicales comenzará con el paro de hoy, para pasar después a huelgas de jornada completa en los diferentes territorios (13 de noviembre en Araba, 20 de noviembre en Gipuzkoa y 27 de noviembre en Bizkaia). Como colofón de las discrepancias, se ha fijado una jornada de huelga general el 4 de diciembre en todos los centros vascos.
Las propuestas de mejora introducidas en la mesa sectorial del pasado día 22 no han conseguido frenar el enfrentamiento por las condiciones laborales. En dicha reunión la dirección del Servicio vasco de Salud ofertó, por ejemplo, una OPE de 474 plazas, que fue considerada insuficiente por los sindicatos. “En los últimos tres años se han destruido 3.000 empleos, hay 8.000 personas trabajando todos los meses mediante contratos eventuales y cada año se jubilan más de 500 personas. Ante estas magnitudes, hablar de una OPE de 474 plazas, es una apuesta por la destrucción de empleo, el aumento de la temporalidad y una burla a toda la sociedad”, contraatacan los sindicatos.
Las centrales denuncian que la plantilla de Osakidetza ha sufrido “múltiples recortes” los últimos años, especialmente en materia de empleo, lo que, a su juicio, ha derivado en un “servicio sanitario de menor calidad”. Asimismo, ratifican su compromiso con la movilización hasta lograr “un compromiso real por el empleo, la mejora de las cargas de trabajo y la eliminación de la doble escala salarial que ha supuesto la última suspensión del desarrollo profesional”.
En este sentido, solicitan a Osakidetza que asuma la Proposición no de ley aprobada en el Parlamento vasco en materia de empleo en Osakidetza, inicie “una negociación real y deje de intoxicar a la sociedad mintiendo sobre las reivindicaciones”.