vitoria - Las propuestas planteadas por Juan María Aburto para garantizar el futuro de prestaciones sociales como la atención a la dependencia o las residencias han abierto el necesario debate que precede a una reforma, aunque a juzgar por las reacciones suscitadas, el acuerdo sobre la mejor forma de financiar algunos servicios aún está lejos.
Aburto planteó el lunes y ratificó ayer la necesidad de un acuerdo en torno a la cartera de servicios sociales, así como una reflexión sobre cuánto cuestan y cómo se financian esos servicios. El consejero de Empleo y Políticas Sociales propuso varias medidas para generar más recursos económicos que cubran las prestaciones y derechos subjetivos reconocidos dentro del sistema vasco de ayudas, como, por ejemplo, un recargo impositivo, crear un nuevo impuesto, el copago o el reconocimiento de la dependencia como una contingencia de la Seguridad Social. Ayer el consejero apostó por un convenio entre partidos políticos e instituciones en torno a la financiación de los servicios sociales para que los derechos recogidos en las leyes se puedan sufragar sin crear tensiones y puso el ejemplo del cumplimiento de la Ley de Dependencia en Euskadi, que requiere “grandes esfuerzos”.
Sobre el cuestionamiento del sistema de ayudas sociales (RGI, ayuda para vivienda y AES), Juan María Aburto señaló que “aunque cada vez estamos haciendo mejor las cosas”, se debe mejorar la gestión que realiza Lanbide y descartó cualquier iniciativa que implique restricciones de acceso, modificaciones -dijo- “para que entre menos gente en el sistema”.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, también ve la necesidad de reflexionar sobre si los impuestos actuales pueden garantizar las prestaciones sociales y unas necesidades crecientes asociadas al envejecimiento o la crisis.
una revisión Urkullu señaló ayer que lleva tiempo diciendo que es necesario hacer “una revisión sobre la sostenibilidad de las políticas públicas sociales” en un contexto de envejecimiento de la población, baja natalidad y mayores expectativas de vida. “Como sociedad nos lo tenemos que tomar en serio”, señaló el lehendakari, y precisó que una revisión no supone “necesariamente el recorte de las ayudas sociales”.
La respuesta de las diputaciones forales -a quienes compete afrontar una reforma fiscal o el establecimiento de un “impuesto específico”- a esta propuesta ha sido dispar y va desde la “sorpresa” manifestada por la portavoz de Gipuzkoa al rechazo tajante de Araba.
El diputado de Presidencia y portavoz de la Diputación de Bizkaia, Unai Rementeria, señaló que el ente foral “no contempla una modificación tributaria de calado en corto o medio plazo”, pero matizó que es partidario de impulsar una reflexión sobre el sistema de protección social en Euskadi ya que “siempre se puede mejorar”. La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, se mostró “sorprendida” por las propuestas de Aburto, ya que ha sido su partido -dijo en referencia al PNV- “el que ha planteado una contrarreforma para bajar la presión fiscal”. No obstante, Ugarte sostuvo que si “las instituciones hablaran en serio sobre fiscalidad” obtendrían “más recursos, tanto para servicios sociales como para otros objetivos”.
Quien no deja resquicio para el acuerdo es el diputado general de Araba, Javier de Andrés, para el que “es una paradoja” que Aburto “se niegue” a mejorar el sistema y controlar los abusos y en cambio “quiere pasar directamente la factura a los ciudadanos cuando el dinero no le llega”. De Andrés -que secundó a su compañero de partido Javier Maroto cuando éste inició los ataques contra la Renta de Garantía de Ingresos- puntualizó que la Diputación de Araba tiene la mano tendida “para hablar con el consejero de una mejora en la gestión de los servicios sociales y de la forma en que se abona la RGI, así como de quiénes son las personas que la necesitan”.
reforma fiscal En el terreno de los partidos políticos ayer se oyó a la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, pedir al consejero de Empleo y Políticas Sociales que aclare si su propuesta de subida de impuestos para cubrir los servicios sociales “es un globo sonda para recortarlos”; a dos representantes de EH Bildu coincidir en la necesidad de “una reforma fiscal en profundidad; y al parlamentario de UPyD Gorka Maneiro rechazar las propuestas de Aburto porque “hay recursos suficientes si se racionaliza el gasto”. Además, a juicio de la portavoz del PP, Laura Garrido, la propuesta es una “cortina de humo” que busca “tapar las vergüenzas del PNV en la gestión de las ayudas sociales”.
Idoia Mendia mostró la disposición del PSE-EE a dialogar “para hacer que el sistema sea más eficiente y sostenible”, pero pidió al Gobierno Vasco y a las diputaciones forales que “luchen denodadamente contra el fraude fiscal” antes de abordar la creación de nuevos impuestos.
La portavoz de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia afirmó que Juan María Aburto tiene su mano tendida” para debatir “una gran reforma fiscal que lleve a pagar al que más tiene”, aunque descartó una reforma “que lleve a crear impuestos nuevos para objetivos concretos y que siempre se cargue el peso del gravamen sobre los asalariados o las personas normales y corrientes”. En su opinión no es necesario crear nuevos impuestos para cubrir servicios sociales porque “existen vías para tener mayor recaudación fiscal sin tener que apretar siempre a los mismos”. La parlamentaria Eva Blanco calificó de “parche” la propuesta del consejero y reclamó una reforma fiscal “en su totalidad”.
Por su parte, Gorka Maneiro rechazó de plano la creación de nuevos impuestos y opinó que la iniciativa de Aburto “es una mentira en sí misma porque no hace falta crear nuevos impuestos para financiar la dependencia”. Y sugirió al Gobierno Vasco que reduzca “la grasa de la administración”, “suprima partidas identitarias” y persiga el fraude.
Financiación. El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, ha planteado una reflexión sobre la financiación de servicios sociales y los derechos subjetivos de los ciudadanos.
Opciones. Una es que la dependencia sea una contingencia de la Seguridad Social, otra es hacer un recargo sobre impuestos existentes o crear nuevas figuras impositivas y también el copago.