GASTEIZ. La primera de las OPE se convocará a finales de este año, mientras que la otra se impulsará en 2015, aunque los exámenes de ambas se realizarán de forma conjunta, previsiblemente a finales del próximo año, según han anunciado este miércoles los responsables de Osakidetza al término de una reunión con los sindicatos del sector.

El director de Recursos Humanos de Osakidetza, Jose María Armentia, ha explicado que las 474 nuevas plazas son el "máximo" al que puede llegar el Servicio Vasco de Salud, debido a las limitaciones establecidas por el Gobierno central a la contratación de nuevos empleados públicos para sustituir las bajas y jubilaciones. Para este año, la tasa de reposición de funcionarios fijada por el Ejecutivo central es del diez por ciento, cifra que en 2015 se elevará al 50 por ciento.

"EXPECTATIVAS"

El director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, ha asegurado que el Servicio Vasco de Salud estaría "dispuesto" a convocar una OPE con un mayor volumen de plazas. No obstante, ha argumentado que debe "respetar" los límites establecidos para evitar que una convocatoria con un número de plazas que exceda a dichos límites pueda ser recurrida por el Gobierno español con la consiguiente fustración de las "expectativas" creadas entre los aspirantes del proceso.

Además de las 474 nuevas plazas --con las que se dará una mayor estabilidad a personas que ya trabajan en Osakidetza, aunque como interinos--, se convocarán otras 474 puestos para la promoción o el ascenso de profesionales que ya tienen plaza en la sanidad pública vasca.

AMPLIACIÓN DE PLANTILLA

Armentia ha anunciado que también se ha propuesto a los sindicatos la puesta en marcha de un expediente de ampliación de la plantilla, con el fin de que pase de las 25.807 plazas actuales, a 25.907. Asimismo, se ha planteado reducir la tasa de eventualidad en un 18 por ciento e incrementar en un 50 por ciento las liberaciones para aprender euskera, entre otras medidas.

"Estamos empezando a cambiar la tendencia; empezamos a crecer", ha manifestado Armentia, en referencia a las medidas previstas. Pese a todo, Etxeberria ha advertido de que el Gobierno vasco "no puede comprometerse a más de lo que tiene", de forma que ha de "adecuarse a los recursos disponibles" en la actual situación de crisis económica. Todo ello, a pesar de que Osakidetza "mantiene" su nivel de gasto y su presupuesto.

"DESPROPORCIONADA"

El director general del Servicio Vasco de Salud ha calificado de "desproporcionada" la reacción de los sindicatos, que han optado por mantener las movilizaciones y paros previstos para las próximas semanas, incluida una huelga para el 4 de diciembre.

Etxeberria ha anunciado que está dispuesto a seguir hablando con los sindicatos para tratar de llegar a acuerdos, aunque sea tan sólo con "alguno" de ellos.

"FRUSTRACIÓN"

Peio Igeregi, de ELA, ha expresado su "frustración" al término de la Mesa Sectorial celebrada en la sede central de Osakidetza, en Vitoria. Según ha dicho, las plazas que tiene previsto convocar el Servicio de Salud son "insuficientes", dado que ni siquiera permiten cubrir las entre 500 y 600 jubilaciones que se producen cada año.

En su opinión, si los responsables de Osakidetza tuvieran "voluntad", podrían buscar fórmulas para sortear los límites de la tasa de reposición, tal y como ha recordado que se ha hecho en la Ertzaintza.

Por parte de LAB, Edurne Agirre ha destacado la necesidad de actuar con "contundencia" y, al igual que el resto de representantes sindicales, ha asegurado que se mantienen las movilizaciones convocadas para reclamar medidas contra la destrucción de empleo y para recuperar la jornada laboral de 35 horas semanales, entre otras.

"JUSTIFICAR RECORTES"

Iñigo Garduño (CCOO) ha reprochado a los responsables del Servicio Vasco de Salud que busquen el apoyo sindical "para justificar recortes". Además, ha denunciado que las cifras de la OPE que se ofrece son "irrisorias".

Desde UGT, Ana Vázquez ha avisado de que lo que ofrecen los responsables de Osakidetza se queda "muy lejos" de los mínimos necesarios para iniciar una "negociación real".

Por parte de SATSE, Inmaculada Aresti ha afirmado que si no se producen cambios en la postura del Servicio Vasco de Salud, no habrá "paz social".