MADRID. Uno de ellos es el ciudadano nigeriano que llegó el jueves a Madrid en un vuelo procedente de París, con temblores y síntomas de fiebre, lo que obligó al aeropuerto de Barajas a activar el protocolo por ébola. El segundo es un enfermo que había viajado en la misma ambulancia de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, única infectada por el virus hasta ahora. Se consideraba caso de "bajo riesgo" pero ingresó el jueves por un cuadro febril.

No obstante, el protocolo establece que para que los casos sospechosos reciban el alta son necesarias dos pruebas negativas separadas por al menos 48 horas.

Ayer jueves también se anunció el ingreso en el hospital Carlos III de un misionero de la orden de San Juan de Dios --la misma a la que pertenecían los fallecidos Miguel Pajares y Manuel García Viejo-- que regresó de Monrovia (Liberia) el pasado 11 de octubre. No obstante, no estuvo en contacto con enfermos, por lo que se considera caso de bajo riesgo.

También está pendiente de conocerse el resultado de las pruebas al sanitario ingresado el jueves en Tenerife, a donde regresó el día 12 después de haber estado trabajando como voluntario en una zona de alto riesgo en Sierra Leona. El hombre fue ingresado con cuadro febril y dolor de garganta, y también lo están los dos familiares directos que viven con él, aunque no presentan síntomas.