GASTEIZ. Laespada ha presentado en el Parlamento Vasco los datos de un estudio del Instituto Deusto de Drogodependencias referido a 2011 en el que se afirma que 7 de cada 10 jóvenes de 12 a 18 años en Euskadi ha probado el alcohol.
Asimismo, el informe apunta que 4 de cada 10 consumen alcohol de manera más o menos habitual y que un 20 por ciento bebe todos o casi todos los fines de semana.
El 44,7 por ciento se declara abstemio pero un 19,8 % se confiesa un bebedor abusivo los fines de semana, y los que hacen consumos excesivos son un 30 %.
Laespada ha advertido de que los estudios que se llevan haciendo desde hace años constatan un descenso de los consumidores de alcohol moderados y un aumento de los bebedores de riesgo.
Ha recordado que la mayoría de los jóvenes y adolescentes bebe por experimentación e iniciación porque forma parte del rito social para dar el salto a la juventud y dejar atrás la adolescencia.
No obstante, ha indicado que pasada una cierta etapa, muchos abandonan o moderan el consumo de alcohol y éste no llega a ser problemático.
Ha advertido de que el número de jóvenes que beben hasta emborracharse está creciendo y ha llamado la atención sobre el hecho de que "muchos padres no cogen el timón sobre lo que está ocurriendo" porque no tienen la percepción de que sus hijos beben en exceso.
Por tanto, cuando discuten en la familia es por otros temas como los estudios o la hora de llegada a casa pero casi nunca por pasarse con el alcohol.
También ha subrayado que entre el 80 y el 90 por ciento de los encuestados dice que en su casa se bebe con normalidad y el 65 % de los niños de 8 a 10 años asocia alcohol con diversión.
"Si con esa edad los niños consideran que beber es una diversión cuando llegan a la edad de ser autónomos, es muy difícil controlar que no asuman que salir de juerga y alcohol va todo unido y esa imagen también está en los medios de comunicación", ha lamentado.
Laespada ha emplazado a hacer campañas de alcohol y jóvenes distintas y a diferenciar entre poblaciones diana para acertar en la prevención del alcohol.
Las prioridades, a su juicio, deberían ser las chicas, los adolescentes muy jóvenes, poner la mirada en el mundo adulto y empezar a decir a la sociedad que no se puede permitir que el alcohol sea justificado o visto como un elemento integrador.