madrid - El fiscal pide 4 años de prisión para el empresario Miguel Ángel Flores por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave en el caso Madrid Arena, en el que fallecieron cinco jóvenes en una fiesta de Halloween en 2012. Por otro lado, la fiscalía demanda hasta 338.000 euros para indemnizar a las familias de las víctimas.

Por los mismos delitos, la Fiscalía reclama una pena de tres años de prisión para otros once acusados más (responsables de la seguridad del evento) y dos años y seis meses de cárcel para los médicos Simón Viñals y su hijo Carlos, encargados de la enfermería del Madrid Arena, así como su inhabilitación para ejercer la profesión durante seis años.

En su escrito, el fiscal pide que se sobresea la causa con respecto al exjefe de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monteagudo, que dimitió en septiembre tras su imputación por el juez del caso, y al coordinador de Seguridad del Madrid Espacios y Congresos (Madridec), propietaria del recinto, José Luis Rodríguez Caamaño, por considerar que no hay “indicios suficientes para apreciar indicios de responsabilidad criminal”.

También demanda el fiscal que se indemnice a los familiares de las víctimas con cantidades que oscilan entre los 243.000 y los 338.000 euros, así como al pago de otras cifras menores a una treintena de lesionados en la avalancha que se produjo en la fiesta.

La petición del fiscal contra el organizador de la fiesta, el empresario Miguel Ángel Flores, responsable de Diviertt, coincide con las penas reclamadas por los abogados de las familias de las cinco víctimas de la tragedia, ocurrida en la madrugada del 1 de noviembre de 2012.

El fiscal considera que Flores, con “un claro ánimo de enriquecerse”, vendió más entradas de las que permitía el aforo (”un mínimo” de 22.800 frente a 10.620 de aforo), “con absoluto desprecio de las más elementales normas de cuidado que le eran exigibles por su condición de empresario dedicado al mundo del espectáculo”. - Efe