madrid - Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola, puede ser sometida ya a tratamiento con el fármaco experimental Zmapp, que ya ha llegado a España. Hasta ahora, la paciente estaba siendo tratada con un antiviral y con el suero extraído del plasma de la hermana Paciencia, que superó el virus el pasado mes de agosto y cuya sangre cuenta con anticuerpos del ébola.

El suero ZMAPP fue administrado al primer misionero repatriado a España, el padre Miguel Pajares, que finalmente falleció. El segundo repatriado, el doctor Manuel García Viejo, no pudo recibirlo a tiempo, ya que no estaba disponible.

Según el último parte facilitado ayer por el Hospital Carlos III de Madrid, Teresa Romero se encuentra “estable dentro de la gravedad”.

Además de Teresa Romero, otras trece personas permanecen ingresadas en el centro hospitalario en el que el único caso confirmado de contagio por ébola sigue siendo el de la auxiliar. Existe otro caso en investigación, una enfermera pendiente de la segunda prueba PCR sobre contagio del virus cuando se cumplan las 72 horas del primer test, en el que ha dado negativo y que está asintomática.

La pasada noche se produjo el ingreso de 7 personas y el alta de otra permaneciendo en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo tres personas: el marido de la enfermera, el médico que la atendió en el Hospital de Alcorcón y la doctora que la asistió en el centro de salud. Todos ellos asintomáticos.

malestar en la familia José Ramón Romero, hermano de Teresa, lamentó ayer que el consejero de Sanidad madrileño, Javier Rodríguez, quiera “escurrir el bulto” y puso en duda que su hermana no informase a sus médicos de que podía tener riesgo de haber contraído el virus. En declaraciones a Antena 3, Romero afirmó no tener información detallada del estado de salud de su hermana. Además, se mostró convencido de que en los días previos a ser ingresada Teresa tenía sospechas de que podía padecer la enfermedad, y por eso duda de que no informase a sus médicos: “Me cuesta mucho creerlo”.

Así, cree que cuando el consejero madrileño acusa a su hermana de haber ocultado información y apunta a que pudo cometer un fallo, el responsable recurre “a lo fácil, a escurrir el bulto”. A su modo de ver, está claro que ella “ha podido tener algún fallo”, pero recuerda que en todo el proceso ha participado más gente, empezando por los que decidieron repatriar a los misioneros que se infectaron en África. Romero no cuestiona esa decisión, pero subraya que quienes la tomaron “sabían que se exponían a que esto pudiera pasar”.

Por su parte, Carmen Rellán, prima de Teresa, se quejó de la falta de información que recibe la familia sobre su evolución , pese a que a su ingreso la sanitaria autorizó al centro hospitalario que su madre y su hermano recibieran diariamente esa información. En declaraciones a Telecinco explicó que “solo ayer (jueves) nos llamaron del hospital, no nos han dado más información”. Confirmó que no saben cómo ha pasado la noche, y lamentó que tenga la familia que ponerse en contacto con la prensa para saber su estado de salud.

Asimismo, Rellán afirmó que la información que se les facilitó el jueves pudo ser gracias a la intercesión del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien se puso en contacto con la familia.

En esta misma cadena, el hermano de la auxiliar señaló que él recibe de información al acudir al hospital. Además, explicó que ha estado en contacto con el marido de su hermana, Javier Lillo, pero que ya no puede ponerse en contacto con él porque tiene el teléfono apagado.

En cuanto a la situación de su hermana, admite que el sábado su hermana le advirtió que no acudiera a verla porque no se encontraba bien. “Me dio a entender que estaba mala y podía tener lo que tenía”, afirmó.

José Ramón Romero confirmó que ha sido despedido de su trabajo tras conocerse su relación familiar con el primer contacto de ébola fuera de África. - Efe/E.P.