Durante décadas han sido un icono de la ciudad de Londres, tanto como los autobuses de dos pisos, sus taxis o los bobbies. Las cabinas rojas eran fondo obligado para los turistas hasta que, ay, el auge de la telefonía móvil fue haciéndolas cada vez más inútiles. Ahora, unos jóvenes emprendedores se las han ingeniado para unir ambos mundos: el de las viejas cabinas de la telefonía fija y el de los móviles que todo lo invaden. La iniciativa se llama SolarBox y el objetivo es darle una nueva vida a las cabinas rojas, que ahora ofrecerán cargadores para móviles a través de la energía solar. A partir de este octubre ya se podrá disfrutar de este cambio. Las cabinas, eso sí, ya no son rojas, sino que han adoptado un verde más acorde con su nueva función sostenible.

Los impulsores son Kirstey Kenney y Harold Craston. Ambos tomaron parte en uno de los cursos intensivos de quince días que Hub Youth Academy organiza para gente joven que desea crear su propio negocio basado en la responsabilidad social. Según explica Kirstey, la idea consiste en transformar las tradicionales cabinas telefónica en cargadores solares para poder enchufar los móviles. Los usuarios podrán acceder de forma gratuita a estos habitáculos, y podrán poner a cargar allí las baterías de sus móviles o tabletas. ¿Cómo se financia este innovador negocio? Pues con la publicidad que aparece en una pantalla instalada en el interior de las cabinas. Con ese dinero se financian los paneles solares y el acondicionamiento de las cabinas, y poco más, ya que de momento los impulsores no plantean cobrar nada a los usuarios.

Geógrafos Estos dos jóvenes se han graduado recientemente como geógrafos y esta es su primera incursión en el mundo del emprendizaje. Tras lograr un primer impulso financiero de la mano de una empresa llamada Unltd y dar los primeros pasos para hacer realidad su idea, Kirstey y Harold están participando en diferentes concursos para conseguir otros inversionistas. También buscaron la ayuda de un ingeniero especializado en energías renovables, quien fue el encargado de diseñar el sistema de paneles curvos que se colocarán en el techo de las cabinas, de forma que sean lo más discretos posible.

Kirstey afirma que las universidades “prefieren cada vez más gente emprendedora, tanto tradicional como socialmente responsable. Hay mucha financiación disponible y apoyo a los emprendedores en este sentido”.

Preguntada por qué les diría a otros jóvenes que quieran iniciarse en el emprendizaje, la joven señala que “en primer lugar les diría que empiecen lo antes posible, antes de graduarse incluso. Y después, que hablen con la gente. Esto es lo más importante, tienen que compartir sus ideas para que puedan evolucionar”. Ellos, de hecho, ya comparten la suya.