Bilbao - El director general de Kristau Eskola, la asociación que agrupa los 136 colegios religiosos, reclamó ayer durante la inauguración oficial del curso un marco de “financiación estable” para la red concertada. No obstante, durante su discurso, Mikel Ormazabal pasó de puntillas por los problemas económicos por lo que atraviesan algunos de sus centros para centrarse en su disposición a colaborar con Educación ante los nuevos retos que la educación vasca.
Ormazabal dijo que Kristau Eskola “va a estar siempre dispuesto a trabajar propositivamente con el Departamento en el Proyecto de Heziberri 2020, así como en otros proyectos para la potenciación del plurilingüismo, la virtualización de los colegios y en otros proyectos de innovación educativa”.
Según Ormazabal, Kristau Eskola -con sus 88 instituciones, 8000 educadores y 90.000 alumnos- quiere “seguir siendo un proyecto educativo referente en Euskadi, propositivo y cohesionador, colocando al alumno en el centro del sistema educativo”. Y destacó algunos elementos identitarios de la asociación: “Un proyecto propio y singular inspirado en el Evangelio, donde los centros se convierten en un foro de diálogo entre fe, cultura y vida, colaborando con la familia dentro y fuera del aula, promoviendo la convivencia en esta sociedad plural y diversa en permanente búsqueda de calidad e innovación.” Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, declaró que Euskadi ha sabido preservar su “microclima educativo” durante más de tres décadas y afirmó que el Gobierno que preside se opone a la Lomce porque parte de un “diagnóstico equivocado de la realidad educativa vasca”. También resaltó que en la comunidad educativa vasca, integrada por las redes pública y concertada, “no sobra nadie”.
En su intervención Urkullu criticó duramente la ley Wert, “paradigma de una ley sin respaldo ni consenso” y aclaró que su Gobierno la rechaza porque “parte de un diagnostico equivocado de la realidad educativa vasca”. El lehendakari señaló que su Ejecutivo ha negociado la aplicación de la reforma educativa con el Gobierno central “con tenacidad y discreción” y destacó que merced a esa voluntad de acuerdo se ha “logrado salvaguardar el euskera y los consejos escolares, dos cuestiones esenciales del sistema”. Asimismo, manifestó que en esta cuestión el Ejecutivo de Gasteiz está actuando con “responsabilidad, visión de futuro y mentalidad práctica”, al entender que “lo primero es preservar lo que funciona bien y acordar las decisiones que permitan mejorar”.