VITORIA - En el caso de que prospere la intención del Departamento de salud del Gobierno Vasco, dentro de un par de temporadas los aficionados al fútbol, al rugby, al tenis o al atletismo, por ejemplo, podrán volver a casa de mal humor sí, pero nunca más con malos humos debido a puros, cigarrillos y derivados fumados hasta ahora en este tipo de recintos deportivos. La fecha no es aún segura ya que por el momento únicamente se trata de un anteproyecto que actualmente está en periodo de alegaciones.

La propuesta del Ejecutivo vasco, integrada en ese borrador legislativo, sería un poquito más contundente que la normativa española. Pero siempre respetando y cumpliendo con las recomendaciones dictadas en materia de salud pública y de deporte por parte de la OMS, UEFA o FIFA. De hecho, la consideración como espacios libres de humos de este tipo de recintos deportivos es ya una práctica habitual en buena parte del globo terráqueo. Así, en todos los Campeonatos Mundiales celebrados desde el año 2002 está prohibido fumar; en los estadios de la liga de fútbol americano NFL, más de lo mismo. Y suma y sigue en la Premier inglesa y en algunos campos de la Bundesliga, por ejemplo.

El objetivo final de esta reglamentación -el Departamento de Salud confía en poder defenderla ya como proyecto de ley antes de que concluya el año- es reforzar las políticas públicas en materia de salud y de protección. Y, básicamente, centrar el foco de atención en los menores de edad, asistentes asiduos a estos eventos deportivos en los que hasta la fecha deben convivir con el humo de los fumadores. En definitiva, fomentar la promoción de hábitos de vida saludables en un ambiente asociado justamente al deporte.

Unos valores que, tal y como puntualizaban fuentes del Gobierno Vasco, “son incompatibles con el consumo de tabaco” en el interior de estos recintos deportivos. De hecho, el texto propuesto en este anteproyecto -sometido a debate público hasta el próximo 10 de julio- establece que está prohibido fumar en instalaciones deportivas, incluidas las zonas anejas cerradas, semicerradas y al aire libre. De este modo se actualizaría el contenido de la ley vigente, más ambigua en su redacción y que, por lo tanto, deja correr la pelota a favor del tabaco en estos recintos.

Cada vez menos En cualquier caso, y para no dejar toda la responsabilidad de este cambio -que ya afectó a los frontones hace años- en una convicción personal de valores y de respeto mutuo, las estadísticas manejadas por el Gobierno Vasco en materia de tabaquismo son claras: cada vez se fuma menos en Euskadi. Una circunstancia que podría convertirse en el principal punto de apoyo de esta nueva reglamentación. Según los datos y porcentajes presentados recientemente durante la campaña de actos de la Semana sin humo celebrada en mayo: casi la mitad de la población vasca (en concreto el 45,6%) asegura que nunca ha fumado; y en el más que amplio tramo de edad que abarca entre los 15 y 74 años, el 68,8% dice no fumar. Además, la cuarta parte de la población vasca (25,7%) se considera fumadora habitual y el 5,4% afirma que solo lo hace de manera esporádica, los fines de semana.

Hace ya un par de años que se afianzó la tendencia, lenta pero continuada, de descenso de la comunidad fumadora. Puede que por el precio, pero también por los consejos sanitarios y la propia concienciación y sensibilidad hacia los no fumadores. Esta evolución en los hábitos de vida ha propiciado que también se haya experimentado un ligero retraso (de 16,7 a 17 años) en la edad de inicio. De ahí la importancia de seguir protegiendo a este segmento de la población.

45,6

Según los datos que maneja el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, casi la mitad de la población española nunca ha fumado.

Esta ley pretende un abordaje multidisciplinar e integral de las adicciones, haciendo especial énfasis en la educación para la salud en todos los ámbitos y áreas que tienen incidencia en las adicciones.