GIRONA. Según el fiscal, el acusado, M.F., que combinaba las labores de transportista con las de bombero, profesión esta última que ejerció en diferentes parques de la provincia de Girona hasta inicios de la pasada década, comenzó con los abusos cuando la menor tenía 6 años.
A partir de que la víctima cumplió nueve años, M.F. comenzó a violarla hasta dejarla embarazada cuando cumplió quince años, e hizo lo posible para que ésta abortara.
La situación se repitió en otras dos ocasiones, aunque en la última, la hija del presunto agresor, que ya tenía dieciocho años, decidió dar a luz.
La niña nació con una disminución psíquica del 80 por ciento sin que cesaran los abusos contra la madre, con lo que se produjo un nuevo embarazo que esta vez fue interrumpido voluntariamente.
En 1994, la víctima, su hija, su madre y hermanos decidieron abandonar al procesado y trasladarse al extranjero acogidos por un familiar.
El imputado ha negado en el juicio en la Audiencia de Girona todas las acusaciones y ha manifestado que desconoce el motivo de la denuncia, aunque los peritos expertos en ADN han asegurado que existe una "alta posibilidad" de que su nieta sea también su hija.
M.F. ha explicado además que nunca vivía con su esposa y con los cuatro hijos que tenía con ella, entre ellos la víctima, por sus múltiples traslados y que él siempre residía en otro domicilio.
Por este motivo, el abogado de la defensa ha reclamado la absolución de su representado, mientras que la acusación particular se ha sumado a la petición de la fiscalía, que a los quince años de cárcel añade una multa en concepto de responsabilidad civil de 90.000 euros.