GASTEIZ. La Dirección de Tráfico del Gobierno vasco ha puesto en marcha una campaña de formación a los comerciantes dedicados a la venta de sistemas de protección infantil para coches con el fin de que expliquen a sus clientes el correcto uso de estos dispositivos.
Según ha informado hoy el Departamento vasco de Seguridad, la campaña, denominada "Sistema de retención infantil, su mejor seguro de vida", está pensada para que en el momento de la compra de la sillita de coche para un menor el comercio asesore a las familias sobre la normativa en vigor, el tipo de sistemas de seguridad y la manera correcta de colocación.
En las sesiones de formación, se reparte un folleto divulgativo y se resuelven dudas con demostraciones prácticas en las que se utilizan distintos tipos de sillitas de bebés y niños hasta 12 años.
Tras una primera sesión en febrero en Gernika (Bizkaia), en mayo se han celebrado seis encuentros con comerciantes en Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Barakaldo, Basauri y Getxo, en Bizkaia.
Durante este mes hay previstas otras siete sesiones en Durango y Portugalete, en Bizkaia, así como en las localidades guipuzcoanas de Tolosa, Arrasate, Zarautz y Beasain.
El Departamento de Seguridad ha recalcado que el uso de sistemas de retención infantil (SRI), obligatorio desde 2005, está muy extendido entre la población, pero tan importante como utilizarlo es la correcta colocación del dispositivo en el vehículo, ya que una sillita mal colocada multiplica por cuatro el riesgo de muerte infantil en caso de accidente de tráfico.
Ante esta situación, las denuncias impuestas por no llevar instalada dicha sillita o llevarla de manera inadecuada han ido en aumento y en 2013 se impusieron 326 denuncias frente a las 110 de 2005.
Por contra, la evolución de la siniestralidad respecto a los menores ha ido decreciendo en los últimos años, tanto para jóvenes que han perdido la vida como para menores heridos graves.
En 2005 se registraron 15 muertes de tráfico de menores de 18 años, mientras que en 2013 fueron 7 los fallecidos. Los heridos graves también han decrecido al pasar de 123 en 2005 a 47 el año pasado.