Hija de un líder comunista y nieta de anarquistas, Lidia Falcón es una incansable luchadora por los derechos de las mujeres. Autora de numerosas obras, esta abogada y periodista ha hecho un alto en el camino de su intensa actividad profesional para recuperarse del duro golpe de la muerte el 31 de enero de Carlos París, su marido durante 26 años. Cuando su estado anímico se lo permita, retomará su novela que tendrá como telón de fondo el asesinato por parte de los GAL de los jóvenes Lasa y Zabala.
Hay quien sostiene en la Unión Europea que no tiene ya sentido la lucha por la igualdad de oportunidades de las mujeres, que está todo conseguido.
-Es posible que quienes digan eso sean personas aprovechadas a las que les interesa mantener el estatus que tenemos y así seguir explotando más a las trabajadoras, pagarles menos y que la violencia contra la mujer continúe en un continente como Europa, donde millones de mujeres son maltratadas y otras tantas trabajan por un salario menor que los hombres. Los abusos sexuales y el acoso en el trabajo se siguen dando. Por tanto, decir eso es realmente indignante.
En su campaña para las europeas Cañete montó la bronca mediática a su alrededor. ¿Realmente no cree que expresó con sus referencias machistas lo que muchas personas piensan por lo bajini?
-Bueno, no sé si muchas personas. En todo caso habría que preguntarlo mejor y preguntar a muchos hombres, porque no creo que haya muchas mujeres que piensen eso. En todo caso serían subnormales si opinaran que son intelectualmente inferiores a todos los hombres. Personalmente lo que yo pienso es que él es un estúpido y su partido también, porque montar esta bronca sin ton ni son demuestra ese machismo que anida en su espíritu y en el de muchos más hombres que pensarán que las mujeres son muy inferiores intelectualmente y que ellos son mucho más inteligentes.
¿Se podría esperar otra cosa de este Gobierno del PP que tramita a la baja los derechos de las mujeres, por ejemplo, en el aborto?
-No. A mí no me ha sorprendido nada. Lo que me parece de una ingenuidad supina que no sé en qué medida es dolosa o culpable, es que se sorprendieran tanto que en cuanto alcanzó el poder, y lo logró con ese éxito patético, no propusiera medidas inmediatamente para retroceder a los años 80 que es lo que quiere. Que la izquierda o el feminismo (digamos las masas progresistas) no conozcan a la derecha en España, es un delito.
¿Por qué?
-Porque en un país donde la derecha ha gobernado ininterrumpidamente, y además en forma de fascismo durante los últimos 75 años. Que no sepan de lo que es capaz de hacer cuando se les entrega el poder (además de esta manera) es que son idiotas, absolutamente estúpidos. Las primeras idiotas fueron las feministas, las socialistas que no sé que esperaban de esta gente cuando pudieran legislar. Legislar lógicamente contra el derecho de las mujeres a elegir su maternidad. Porque este es uno de los mantras, de los símbolos de sumisión de la mujer: los fascistas odian la posibilidad de que las mujeres puedan ser independientes y libres en su sexualidad y su reproducción.
¿Qué hacen las mujeres que están dentro de ese espectro político?
-Lo que podemos esperar son muchos males. El voto a la derecha por una parte de mujeres es la ideología que se les ha enseñado en un país como el nuestro donde el 50% de las plazas escolares están en manos de la Iglesia, y por lo tanto, hay no sé cuantos millones de niñas que se forman, informan y se instruyen y que reciben educación en colegios del Opus o llamados concertados que tienen nombres como las Esclavas de María o El Sagrado Corazón. Naturalmente forman el criterio y la ideología de las mujeres de acuerdo con los criterios católicos y conservadores más rancios.
¿Quiere decir que Iglesia condiciona a mujeres militantes de derechas?
-Eso luego se traduce en que cuando se plantea una opción política estas votantes o participantes del proyecto lo que ven es que la izquierda plantea el aborto, que es horrible, que plantean un crimen, el matrimonio homosexual... y todos estos valores para ellas inamovibles de corrupción y perversión. Esta es una influencia importante de la Iglesia, que la tiene, y que como la seguimos pagando para que la tenga, pues encantada. Esto condiciona bastante tanto el voto como la militancia de las mujeres en la derecha.
¿Y las mujeres se pueden fiar de un gobierno del PSOE?
-Los socialistas españolas no representan a la izquierda económica. Ahora, si separamos determinadas actuaciones referidas a las mujeres es evidente que no hay punto de comparación, porque esta ley con la que están queriendo reformar el aborto la aprobó el PSOE. Para mí no es suficiente ni mucho menos, pero es evidente que el planteamiento es de un cierto reconocimiento de la mujer a interrumpir su embarazo; hay unos plazos, se practica en clínicas legales... En esto no hay comparación con el PP. Por otro lado, la ley de violencia contra la mujer tiene unas carencias horribles y ha provocado que no baje el número de mujeres asesinadas, pero es otro logro del PSOE y así podemos seguir en cuanto a libertades y derechos.
Si se habla del reparto de la riqueza, del dominio del capital...
-Entonces no, porque el PSOE no es más que la correa de transmisión del capital al igual que la derecha. Pueden arañar unas ayuditas sociales y dar unas subvenciones a un grupo de mujeres, a casas refugio... cosas que también está restringiendo de una manera cruel la derecha. Son las diferencias que se tienen clarísimamente entre el PSOE y el PP.
Algunas mujeres comprometidas aplauden las Leyes de Igualdad pero dicen que no se cumplen.
-La Ley de Igualdad en sí misma es un fracaso. Está escrita de tal manera que no es coercitiva, solamente aconseja, insta y propone. En cuanto que no hay sanción no hay ningún problema para incumplirla. Además, se proponen cuestiones irrealizables porque mientras la estructura económica del mundo y la de nuestro país no se cambie no pueden realizarse. Por supuesto las mujeres se reproducen, que parece que se han olvidado. Parece que ahora los niños los fabricamos en probeta; las mujeres son las que se reproducen, las que cuidan a los niños, las que atienden a los ancianos y esa es la principal tarea de la mujer, porque la mujer es una clase. En estas condiciones poner una Ley de Igualdad es un brindis al sol.
¿El problema es que la Ley no obliga a ser cumplida?
-Sí, ni siquiera hay sanciones para quienes incumplan los mandatos de la ley. Así ya me dirás qué empresario, universidad o montaje social les va a hacer algún caso. Esa ley fue el último soufflé de Zapatero. Ponerla ahí fue el postre, porque quedaba muy bonita. De hecho, de los datos que tenemos se desprende que no ha habido ningún proceso judicial por reclamación de algunos de los aspectos de la Ley de igualdad. ¡A quién vas a exigir! En los momentos de crisis, de despido y de maltrato a las trabajadoras, qué trabajadora va a reclamar algunos de sus aspectos de igualdad. Es un brindis al sol que quedó bonito.
¿La violencia machista es un problema estructural?
-El problema es estructural. En el mundo, en nuestro país, los hombres matan a las mujeres; unos cuantos salvajes las matan y eso tiene poco arreglo. La Ley de Violencia tiene en sí misma la imposibilidad de que no se pueda perseguir al maltratador. Además, la televisión, la publicidad y la cultura social propicia el desprecio a las mujeres. Si se difunde por todos estos medios desde la infancia, la inferioridad intelectual de las mujeres o su debilidad emocional o que los hombres a veces están muy estresados y que van ellas y lo fastidian y que el pobre no puede más que darle una bofetada, una paliza, pues ocurre lo que pasa actualmente.
Esto forma parte de la cultura patriarcal
-Sí. De esta cultura que tenemos desde hace miles de años. Erradicarlo es dificilísimo. Ni siquiera paliarlo. Para eso hace falta poner un empeño que no se ha puesto. La Ley no lo permite, la judicatura es machista del primero al último, la Fiscalía, los psiquiatras, las Unidades forenses, todo báscula en contra de las mujeres. La Policía cuando una mujer acude a denunciar, va y le dice: pero usted sabe la ruina que va a causar a su familia, sabe que su marido irá a la cárcel. Esto lo arrastramos desde siempre.
Niñas secuestradas en Nigeria, esclavas sexuales, tráfico de jóvenes... Mucha gente dice no entender por qué se quejan aquí las mujeres.
-O sea que les parece bien que en España 500.000 mujeres se trafiquen cada año en el camino que va de América o África, unas cuantas aquí y otras con pasaporte para Europa. ¿Eso está bien porque nosotros no vivimos como en Nigeria? Y la cantidad de hombres que serán clientes de niñas traficadas, prostituidas, secuestradas, menores incluso que son españolas. Muchos hombres estarán casados con una española que se cree que vive en uno de los mejores de los países. Eso no tiene ningún repudio social.
Usted tiene un extensísimo bagaje a favor de la lucha de las mujeres. Repasando la edad de víctimas y victimarios, da la impresión que se reproducen los mismos roles que parecían estar ya superados.
-Eso lo he escrito yo en mi ultimo libro Los nuevos machismos (Editorial Aresta). En él hago esta denuncia de muchos profesores y una encuesta que se ha hecho de cómo se están reproduciendo los roles machistas entre los más jóvenes. Cómo ellas lo aceptan y consideran que si el chico es celoso es porque las quieren; se dejan investigar el móvil y les dejan a lo chicos que les digan cómo deben vestirse. Es una involución preocupante.
¿Qué se está haciendo mal?
-Muchas cosas, empezando por la educación. El feminismo no se enseña como tal en ningún tramo educativo. Que hagan unos cursos de género en la universidad (muchas veces hablan del amor cortés, o la historia de la lucha sufragista?) esto no es introducir el feminismo en la escuela. El feminismo tiene que empezar en la enseñanza primaria y luego terminar en el doctorado. Esto no se ha hecho ni se piensa hacer. Además tiene que ser transversal. Probablemente las matemáticas no pueden tener una vertiente feminista, pero sí todas las demás materias históricas, sociales, literarias. Pero ni tenemos profesores preparados para ello ni se piensa hacer. Además, después está la difusión de la cultura a través de la TV y del cine, de la literatura.
¿Se refiere a libros como el de
-Sí, esa porquería que ha tenido un enorme éxito por la difusión de los medios de masas, como esos anuncios donde sale una mujer desnuda con un agujero en la vagina para anunciar una obra de teatro.
Algunos gobiernos presentan 5 mujeres y 5 hombres en sus listas y venden su gran sentido de la igualdad. ¿En el número paritario radica la igualdad?
-No, esto es sólo un detalle por decirlo de alguna manera. Es evidente que yo prefiero que haya más mujeres en los gobiernos que a no las haya. Cada vez que veo una pantalla de televisión o una foto de la UE o de los gobiernos de Europa y no hay más que hombres, hombres, hombres? me hace daño a la vista. Eso demuestra el desprecio que tienen por la población femenina.