BARCELONA. La investigación se inició después de que los Mossos constatasen que entre noviembre y marzo se habían cometido nueve robas en empresas de Agramunt, Sant Sadurní d'Anoia, Fogars de la Selva, Lleida, Mataró y Girona con un mismo 'modus operandi'.

Este consistía en seleccionar una empresa que dispusiese de gran cantidad de dinero en efectivo, a la que hacían una visita para analizarla y obtener información de la caja y el sistema de seguridad, y así en la mayoría de robos sustraían el disco duro que almacenaba las imágenes de las cámaras de videovigilancia.

Los ladrones, de edades comprendidas entre los 25 y 30 años y nacionalidades española, portuguesa y marroquí, forzaban la caja con una lanza térmica o un soplete que posibilitaba su apertura.

Una de las características de la banda era su constante movilidad ya que en los últimos meses habían sido identificados en las cuatro provincias catalanas, Zaragoza y Castellón.

Los cuatro integrantes de la banda fueron detenidos el 28 de mayo e ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial, y los Mossos dan al grupo por desarticulado, aunque está analizando la participación de los arrestados en otros robos.