Bilbao - Ocho horas en el puesto de trabajo, otras dos para atender a los hijos, y otro par para cumplir con las tareas del hogar. En total, catorce de las veinticuatro del día con algo que hacer de por medio. Un tiempo que aunque parezca interminable, en el caso de ser mujer, se amplía de media en cuatro horas más, hasta las dieciocho. Ante este escenario falto de equidad, no es de extrañar que el hartazgo entre la población femenina vasca empiece a tomar cuerpo.

Al menos, así queda reflejado en el último informe sobre Conciliación Laboral, Familiar y Personal elaborado por el Instituto Vasco de Estadística-Eustat cuando evidencia que una de cada seis mujeres se describe como "muy insatisfecha" con el compromiso que ofrece su cónyuge o pareja en las tareas domésticas. Y es que, poco o nada han cambiado las cosas desde 2010, cuando ya quedó patente que ellas dedican más del doble de horas diarias que los hombres al cuidado de menores y de personas dependientes.

El documento, en este sentido, es claro. El reparto de tareas domésticas entre los ocupados y las ocupadas vascos resulta desigual ya que nueve de cada diez hombres -el 89,9%- dedica dos horas o menos a esas tareas, mientras que tres de cada diez mujeres -el 29,6%- emplean tres o más. En concreto, las mujeres dedican 4,9 horas diarias al cuidado de los menores de 15 años, mientras que los hombres emplean 3,1 horas diarias; y en el caso del cuidado de personas dependientes los hombres le dedican 1,5 horas diarias y las mujeres 2,3 horas, cuantifica el informe del Eustat.

Y por si esta diferencia no fuera suficiente, el documento presentado ayer certifica que la mitad de las mujeres ocupadas (55,4%) además de su dedicación al trabajo remunerado destina también cinco horas o más al día al cuidado de los menores. Asimismo, hasta un 17,2% dedican ese mismo tiempo al cuidado de dependientes. Por su parte, casi la mitad de los hombres ocupados -el 45,1% en concreto- colabora con dos horas o menos al cuidado de sus vástagos.

En la línea de 2010 "En comparación con los datos de 2010 se observa que el porcentaje de mujeres que dedica un elevado número de horas -cinco o más- al cuidado de sus hijos se mantiene, mientras que el correspondiente a las personas dependientes está disminuyendo", se ilustra en una de las conclusiones del informe del Eustat. Otro de los aspectos analizados en el documento es el referido a la conciliación y, en este caso, también las mujeres tienen mayores problemas para, por ejemplo, disfrutar de un horario más flexible en su puesto de trabajo.

En concreto, el 43,8% de ellas pueden hacer uso de esta posibilidad frente al 48,7% de los varones. Una desigualdad que se mantiene en otra de las cuestiones abordadas: la solicitud de excedencias o reducciones de jornada laboral. En este caso, el temor a que solicitar alguna de estas fórmulas de conciliación laboral y familiar afecte a la promoción profesional dentro de la empresa también es ligeramente mayor entre las mujeres que entre los hombres: 31% y 29,7% respectivamente, concluía el informe del Eustat.

El 73,1% de los hombres ocupados está muy satisfecho con la realización del trabajo de casa a cargo de su pareja.

Las mujeres trabajadoras expresan una mayor satisfacción con el cuidado de su descendencia -un 57,5% apunta que es alta- e incluso con las tareas del hogar -el 43,6%- que los varones: un 48,5% y un 39,6%, respectivamente.