Bruselas - La Comisión Europea se mostró contraria a prohibir los servicios de transporte en vehículos compartidos por particulares como Uber y BlaBlaCar, en plena polémica por la competencia desleal que las asociaciones de taxistas aseguran que representan para su gremio. Estos servicios de transporte no profesional, que se implantan en distintas ciudades europeas y que ya han sido prohibidos, por ejemplo, en Bruselas, ponen en contacto a particulares y les ofrecen la posibilidad de compartir los gastos de viaje.
Los taxistas profesionales se quejan de que es una actividad remunerada que se lleva a cabo en la sombra y por la que no se paga impuestos, y dicen que no ofrece ninguna garantía a los clientes, mientras que los usuarios aseguran que es una forma más económica que además beneficia al medio ambiente. Según el portavoz comunitario, este tipo de servicios dan a los consumidores una mayor variedad a precios más competitivos e impulsan el crecimiento económico y el empleo. Desde las asociaciones de taxistas alertan de que "no son taxis con licencia, son coches privados pero ganan dinero". - Efe