DONOSTIA. En una sentencia a la que hoy ha tenido acceso EFE, el TSJPV rechaza el recurso de apelación en el que el procesado alegaba haber sufrido indefensión durante la vista en la que un tribunal del jurado le consideró culpable de un delito de asesinato y otro de amenazas y confirma en su totalidad la pena impuesta por la Audiencia guipuzcoana.

El acusado fue condenado a 19 años de prisión por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de aprovechamiento del lugar y tiempo, y la atenuante analógica de alteración psíquica, y a otros dos años de cárcel por haber amenazado a su exmujer.

En su veredicto, el jurado consideró probado que el hombre y su pareja mantuvieron una discusión en el domicilio familiar de Eibar la noche del 5 de octubre de 2010, durante la que el encausado advirtió a su compañera y madre de la niña, de nacionalidad rumana, de que la mataría si a la mañana siguiente continuaba en la vivienda o si se llevaba a la pequeña con ella.

Aquella misma noche, la mujer abandonó, junto a su otro hijo, el piso en el que la pareja vivía de alquiler, dejando a la niña al cuidado del padre.

No obstante, al día siguiente, la propietaria de la vivienda desalojó al acusado del inmueble y el imputado pasó el resto del día "consumiendo bebidas alcohólicas" con un amigo, entre Eibar y Durango (Bizkaia), sin prestar "atención alguna" a la pequeña.

El acusado telefoneó en varias ocasiones a la madre de la pequeña para pedirle que se olvidara de ambos, si bien cuando la mujer le dijo que pensaba regresar a Rumanía el hombre le espetó: "Espera lo que te va a pasar, te vas a enterar. Vas a tener un final feliz".

Ya por la noche, acudió a una chabola situada en una zona apartada de Zarautz y tanto él como la pequeña durmieron en un colchón que encontró en la basura.

Durante la madrugada, el acusado despertó, descendió las escaleras que conducen al paseo marítimo y se acercó a la zona limítrofe con el mar. Arrojó a la niña al agua con la intención de matarla.

El jurado no concedió credibilidad alguna a la versión que el procesado ofreció durante el juicio, según la cual perdió de vista a su hija mientras dormía en el malecón de Zarautz, modificando su declaración inicial en la que dijo que ambos durmieron en una chabola en el monte.