madrid - La Guardia Civil ha interceptado varios cubos con restos de cadáveres descuartizados en una nave de Arganda del Rey (Madrid) a donde fueron llevados el jueves desde unas instalaciones de la Universidad Complutense madrileña supuestamente de forma irregular, lo que ha comunicado al Juzgado de guardia.

La interceptación ha sido fruto de una inspección realizada a raíz de la denuncia recibida en la Guardia Civil y la misma ha sido comunicada al Juzgado por si pudiera haberse producido falsedad documental ya que los cubos estaban supuestamente mal etiquetados como residuos pero no como restos humanos, por lo que han quedado inmovilizados, confirmaron fuentes de la Guardia Civil.

Tras una información publicada por el diario El Mundo el lunes pasado la Universidad Complutense informó de la apertura de un expediente para aclarar el hacinamiento de cadáveres en el Departamento de Anatomía y Embriología II de la Facultad de Medicina. Precisamente, el Servicio de Prevención de la universidad mantuvo ayer una reunión en la sede de la Inspección de Trabajo en la que debería presentar un protocolo de limpieza para el departamento de medicina donde se acumularon cadáveres donados para la formación y la investigación.

Según adelantaba ayer el mismo periódico agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil interceptó el jueves el cargamento de cadáveres troceados que salieron de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid el miércoles pasado. Al parecer a primera hora de ese día se habían trasladado unos contenedores con restos de los cuerpos que se hacinaban en el departamento de Anatomía II, precintado un día antes por la Inspección de Trabajo.

Un camión de la empresa que tiene la contrata de recogida de residuos peligrosos en la Complutense se llevó hacia las nueve de la mañana 26 cubos azules de 60 litros de capacidad cada uno ya precintados en la Facultad a una nave industrial de Arganda. La nave, de una empresa de gestión de residuos químicos y biológicos, recibió los cubos que iban a ser tratados conforme a los residuos denominados como de clase 6, los llamados citotóxicos, es decir, los que pueden ser portadores de enfermedades infectocontagiosas.

Ante las sospechas de que en los cubos había restos humanos y que por tanto no deberían haber sido gestionados como residuos de clase 6 los agentes del Seprona detuvieron el cargamento en la nave de Arganda antes de que partiera hacia Tarragona, donde en principio iban a ser trasladados los cubos para su incineración, según fuentes citadas por El Mundo.

Finalmente, los agentes hallaron restos humanos en catorce cubos gracias al uso de un escáner de rayos X, precintaron todos los recipientes y comunicaron el hecho al Juzgado de guardia de Arganda.

Tras conocer este hecho, la Complutense registró ayer una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Madrid en la que se solicita al Ministerio Público que practique las diligencias necesarias para concretar posibles responsabilidades. Previsiblemente, el Instituto Armado formalizará un atestado por un posible delito de falsedad documental, ya que los cubetas con los restos mortuorios no habrían sido debidamente catalogados, ya que los cadáveres no se pueden catalogar como residuos.

denuncia Manos Limpias ha denunciado al rector de la Universidad Complutense, José Carrillo, al director del Departamento de Anatomía Humana II, Ramón Mérida, y al decano de la Facultad de Medicina, José Luis Alvarez-Sala, por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores, delitos contra la salud pública, delito contra el medio ambiente, delito contra los sentimientos religiosos y respeto hacia los difuntos y delito de prevaricación en el escándalo promovido por el tratamiento dado a más de 250 cadáveres hacinados en dicho departamento. - Efe/E.P.

El sindicato denuncia que se vulneran "de forma continuada y patética los derechos, tanto de los donantes como de sus familiares, y se están tratando restos y cadáveres humanos peor que si fuesen despojos de una casquería".

750

Manos Limpias denuncia que los cadáveres se alquilan a 750 euros para cursos privados "cuando los donantes, de manera altruista, han cedido sus cuerpos para el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas o la investigación de nuevas vías de abordaje terapéutico".