vitoria - Aunque pueda resultar paradójico, el acceso cada vez más temprano de los adolescentes vascos a contenidos -educativos y de ocio- relacionados con el sexo, no implica necesariamente una mayor concienciación sobre los riesgos que pueden acompañar al hecho de mantener relaciones sin protección. De hecho, hasta 59.000 chicas y chicas de entre 15 y 29 años reconocen haber tenido al menos una relación sexual de estas características.

Los datos presentados ayer por el Observatorio Vasco de la Juventud corresponden al ejercicio 2012, pero las conclusiones, dramáticas y sin vuelta atrás posible en la mayoría de las ocasiones, son válidas para el presente y para el futuro. Embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual (clamidia, sífilis, gonorrea o VIH, entre otras), incluso trastornos y traumas psicológicos son algunas de las consecuencias que se derivan de esas relaciones plenas sin protección.

"A tenor de las respuestas recogidas sobre el tipo de riesgo en el que han incurrido -explicaban desde este organismo- la posibilidad de tener un embarazo no deseado constituye la mayor preocupación [12,4%] entre las personas jóvenes. La percepción de riesgo de contraer una infección de transmisión sexual en una relación no protegida es, a pesar de las múltiples campañas de prevención dirigidas a la juventud, mucho más baja [1,5%]", apostillaban.

A modo de ejemplo ilustrativo, durante el año estudiado, un total de 72 chicas adolescentes de entre 15 y 17 años dieron a luz en los hospitales y clínicas de la Comunidad Autónoma Vasca. Otras 170 se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo; una cifra que casi triplica la registrada en 2003, cuando hubo 62 intervenciones médicas de este tipo. Esta tendencia al alza también es apreciable en otro indicador analizado en el documento.

Embarazos e infecciones La tasa de embarazo adolescente, que se calcula sumando el número de interrupciones voluntarias y el de nacimiento de chicas de entre 15 y 17 años, es de casi diez (9,7) sobre mil, "con un ascenso entre 2003 y 2007 (de 4,2 a 9,1, en concreto) y una tendencia a la estabilización desde ese año en torno a nueve embarazos por cada mil chicas de esa edad", expresaban desde el Observatorio Vasco de la Juventud.

Por otro lado, a lo largo de 2012 el Servicio Vasco de Salud tuvo constancia de 44 nuevas infecciones por VIH entre personas jóvenes, cifra muy similar a la de ejercicios precedentes. De esos nuevos procesos víricos, 34 correspondieron a varones; y en todos los casos en los que se conoce la vía de transmisión, excepto en uno, las relaciones sexuales constituyen la manera de contagio predominante.

"En el caso de las mujeres, la vía de contagio son las relaciones heterosexuales, y en el de los hombres es mayoritaria la de las relaciones homosexuales o bisexuales. Las infecciones por VIH en jóvenes de 15 a 29 años suponen el 27% del total de nuevas infecciones registradas en la Comunidad Autónoma Vasca en 2012", según se recoge en la Memoria del Plan del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual de la CAPV.

Un escenario cuando menos preocupante al que habría que añadir otro dato más: en los últimos ejercicios, la edad media para iniciarse en las relaciones sexuales se ha ido reduciendo progresivamente hasta los 15,7 años, dos menos que en 2007. Una tempranera edad que, al mismo tiempo, supone el despertar del reloj biológico del deseo sexual y la aparición de nuevos vínculos afectivos entre los adolescentes que les obligan a tener que reorganizarse sus esquemas e, inevitablemente, tomar decisiones en uno u otro sentido. Así, la encuesta elaborada por el Observatorio Vasco de la Juventud revela que si bien existe un 18,4% de jóvenes de entre 15 y 29 años que han practicado sexo sin protección, también hay constancia de un 58% en el lado contrario de la balanza; y un 21,8% que confiesa no haber mantenido relaciones sexuales.

Por género, son los varones quienes encabezan tanto el apartado de relaciones sexuales de riesgo (20% frente al 16,7% de las mujeres) como el de celibato (21,9%, similar a la tasa femenina). Si la lectura de esos porcentajes se hace teniendo en cuenta exclusivamente a la población joven sexualmente activa (78%) el porcentaje de quienes dicen haber mantenido alguna relación de riesgo se eleva hasta el 23-24% en todos los grupos de edad, concluye el estudio.

La educación sexual y la prevención de infecciones o embarazos no deseados es una tarea que los Departamentos de Salud y Educación llevan realizando desde hace años. Ambos departamentos iniciaron de forma conjunta en 1989 un programa de prevención del VIH/sida en el ámbito educativo dirigido de forma preferente a jóvenes de entre 16 y 18 años. Este programa se amplió en 2003, pasando a incluir también la prevención de otras infecciones de transmisión sexual. En 2008-2009 se volvió a ampliar con la prevención del embarazo no deseado. De esta manera el programa, que ha renovado recientemente sus materiales de apoyo, aborda de forma conjunta la prevención de los posibles riesgos asociados a las relaciones sexuales y se ofrece a todos los centros escolares de la CAV.

Otra herramienta de apoyo para la educación sexual de los adolescentes es el programa interactivo SEXUMUXU basado dirigido al alumnado de los cursos tercero y cuarto de la ESO.