Azpeitia - Agentes de la Unidad de Intervención de la Ertzaintza redujeron hacia las 16.00 horas de ayer a un hombre de "unos treinta años" y con antecedentes psiquiátricos que se había atrincherado desde unas cinco horas antes en su domicilio de Azpeitia con un artefacto explosivo simulado.

El varón amenazó con volar su vivienda, ubicada en un tercer piso del portal número 35 de la calle Artzubia (frente al campo de fútbol de Garmendipe), por lo que los agentes de la Policía vasca acordonaron la calle y procedieron a desalojar a los vecinos de los portales 35 y 37. Afortunadamente, el joven pudo ser reducido por los agentes policiales y trasladado a un centro psiquiátrico sin que la bomba casera que había preparado "con pilas y cables" llegara a estallar. Los vecinos que habían sido desalojados pudieron regresar hacia las 17.00 horas.

Todo comenzó hacia las 11.00 horas y tras una llamada realizada desde el ambulatorio azpeitiarra a la Ertzaintza solicitando una ambulancia y una patrulla para trasladar al psiquiátrico a una persona que se encontraba en su domicilio.

En este sentido, residentes en la zona indicaron a que, al parecer, fue una asistenta social la que dio la voz de alarma tras constatar que el hombre para el que se solicitaba asistencia se encontraba armado.

Al llegar al lugar los agentes se encontraron con la negativa del joven a abrir la puerta de su vivienda; al mismo tiempo que pudieron comprobar (a través de la mirilla) que, efectivamente, en el pasillo de la casa había "algo que tenía muy mala pinta"; según explicaron los propios ertzainas a los vecinos del portal a los que instaron a dejar sus casas por precaución.

Debido a que esta persona había amenazado con volar su casa con el citado artefacto, se movilizaron hasta la calle Artzubia dotaciones sanitarias y de bomberos "para intentar acceder a la vivienda y proceder a desalojar el inmueble".

Además, hacia las 14.00 horas se movilizó al grupo de intervención de la Ertzaintza, que una hora más tarde accedió al lugar y minutos después de las 16.00 horas irrumpió en el domicilio. Los agentes lograron reducir al hombre que se había atrincherado en una casa en la que también localizaron "un artefacto explosivo simulado realizado con cables y pilas".

Todo parece indicar que los agentes del grupo especial de intervención aprovecharon un descuido del joven para entrar en la vivienda; toda vez que durante unos instantes se asomó al exterior de la casa y empezó a proferir unos gritos que resultaron ininteligibles para los periodistas y los numerosos curiosos que se encontraban en la calle.

"Nada nuevo" Los vecinos de los portales 35 y 37 de Artzubia kalea que se encontraban en la calle a la espera de que el hombre atrincherado depusiera su actitud para poder regresar a sus viviendas no se mostraron especialmente sorprendidos por lo que les estaba tocando vivir.

Un matrimonio residente en el número 37 reconoció que el joven, al que calificaron como "un enfermo mental" ya había protagonizado episodios de violencia en varias ocasiones anteriores. Según señalaron, "el pasado verano tuvo que venir una ambulancia para trasladarlo al hospital después de que se hubiera realizado diversos cortes en los brazos y este mismo lunes tuvo alguna situación de violencia con su madre, que salió de casa llorando". Del mismo modo se pronunciaron dos mujeres. Según sus palabras, "los vecinos ya le habían denunciado en más de una ocasión". Así, aseguraron que "a un vecino que bajaba por la escalera le arrojó un cubo de agua y en otras ocasiones ha tirado diferentes objetos a la gente de la calle".