Bilbao/Donostia - La investigación abierta por el Departamento de Educación para esclarecer la supuesta filtración de las pruebas de acceso a la FP de Grado Superior una hora antes de su celebración el jueves pasado no ha llegado a ninguna conclusión en su primer día. Según afirmó públicamente ayer el viceconsejero de FP, Jorge Arévalo, el Departamento no tiene ninguna prueba física de que la foto en la que se ve los tres exámenes resueltos haya circulado entre los estudiantes antes de la prueba a la que se presentaron 8.000 personas.

Según dijo en ETB, hasta este momento Educación no tiene ningún elemento material que pruebe que la denuncia efectuada por un grupo de alumnos el lunes ante la Delegación de Educación de Gipuzkoa sea cierta, en una clara invitación a que se presenten mensajes de WhatApp de las fotos con las que poder verificar que se recibieron antes de la prueba y anular sus resultados. A primera hora de ayer la consejera de Educación, Cristina Uriarte, presentó ante la Mesa del Parlamento una solicitud de comparecencia a petición propia para aclarar lo sucedido en este polémico examen, comparecencia que también pidió EH Bildu. En caso de confirmarse la filtración, la coalición abertzale exige que se "tomen medidas para garantizar los derechos de las personas afectadas y para depurar responsabilidades en su Departamento".

Los afectados estudian convocar durante las próximas horas una concentración de protesta para que el Gobierno vasco para quejarse además de que el contenido del examen de Matemáticas estaba fuera de temario. "Toca esperar. Pero no podemos esperar quietos. Tenemos que movernos. Tenemos que seguir dando la tabarra. Estamos todos en contacto, hablando sobre qué podemos ir haciendo durante estos días", reflexionaba ayer Salo, una estudiante guipuzcoana. "Es mi manera de ver las cosas. Tenemos que proceder así", agregaba con cierta esperanza en su voz. "Soy optimista, y creo que el examen se puede repetir".

"mucho en juego" Salo es plenamente consciente de que en la decisión que tome el Gobierno Vasco al respecto hay "mucho en juego". Empezando por su caso, especialmente significativo. Esta guipuzcoana, que prefiere no facilitar más datos que el de su nombre para "no destacar respecto al resto de afectados", reconoce que ya no es "una adolescente". "Tengo mis años, y una experiencia laboral importante en el mundo de la Dietética, además de buena formación al respecto. Hace cerca de un año me quedé en el paro, y pensé en abrir mi propio negocio, pero finalmente decidí ampliar mis estudios y hacer un Grado de Nutrición".

Lo que ocurre es que esta opción suponía un estadio previo. Es decir, un año de preparación para el examen de acceso celebrado la semana pasada, y cuyo contenido "en realidad no iba a servir de nada" a Salo en sus posteriores estudios. "Dicen que es una prueba de madurez. Ya me dirás tú la madurez que tengo que demostrar yo con mis años y la experiencia que tengo. Tenía que haber empezado a cursar el Grado directamente. Este año, de por sí, ya era una pérdida de tiempo. Pero si encima pasa lo que ha pasado, lo es de manera doble".

Esta alumna confiesa que, cuando tuvo ante sí el examen y observó la prueba de matemática, pensó inmediatamente en que su futuro se complicaba. "Tengo una hipoteca estupendísima y vivo sola. Contaba con el dinero del paro hasta cierto punto. Se trataba de empezar los estudios lo antes posible. Ahora no sé en qué situación quedo... Y en mi situación habrá un montón de gente". Sin embargo, Salo reconoce que, antes de que le entregaran la hoja con los ejercicios, ya se encontraba nerviosa. "Hice el examen en el barrio de Altza, en Donostia. Al entrar en el aula había unas bolsas de basura negras en las que nos hicieron meter todas nuestras pertenencias, menos el bolígrafo, el DNI y la calculadora. Además, nos dijeron que si alguien quería acudir al baño tenía que ir ya, porque el que saliera durante la prueba ya no podía volver a entrar".

Los afectados han lamentado durante las últimas horas que el examen se realizara en distintos centros de los tres territorios históricos, en aulas relativamente pequeñas, cuando la prueba habitualmente tiene lugar en el BEC de Bilbao. "Dicen que esta vez no ha sido allí por un tema económico, pero lo que pensamos es que, si nos presentan ese examen estando allí todos juntos, la respuesta de la gente habría sido diferente", indica Salo. Sea como sea, la pelota está en el tejado del Gobierno vasco, que ya ha iniciado una investigación. La preocupación de estos estudiantes consiste en mantener vigente su denuncia durante la espera, y Gipuzkoa podría vivir movilizaciones durante las próximas horas. -I.A./ Marco Rodrigo