vitoria - Cualquier acción que cause daño o angustia a una persona mayor y que se produzca en su ámbito de confianza se puede calificar como malos tratos. Y en estos momentos se estima que unas 13.000 personas mayores de 60 años que viven en el País Vasco pueden estar sufriendo alguna forma de maltrato por parte de sus cuidadores o familiares. Para evitar y prevenir este grave problema social, que se agudiza a medida que la población envejece y aumenta el número de dependientes, el Gobierno Vasco ha elaborado un protocolo para que los servicios sociales de base y los de atención médica primaria detecten los casos de malos tratos a mayores por parte de las personas que conviven con ellas o que les cuidan.

El consejero de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Juan María Aburto, anunció ayer en el Parlamento Vasco la elaboración y próxima puesta en marcha de este protocolo para la detección de malos tratos a personas mayores, cuyo estudio se encargó a la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología Zahartzaroa, y que se basa en un doble cuestionario. En su comparecencia a petición propia ante la Comisión de Políticas Sociales del Parlamento Vasco, Juan María Aburto destacó que "se desconoce la dimensión real del problema de los malos tratos a mayores en nuestro entorno, pero hay certeza de que estas situaciones son reales y entendemos que estamos ante un fenómeno complejo, multifactorial, serio y muy grave".

El consejero apuntó que la divergencia en las cifras que tratan de cuantificar los casos de malos tratos a mayores "son un claro indicador del desconocimiento de la realidad" y que muchas veces la dificultad para conocer la extensión e incidencia de estas situaciones está relacionada con "la fragilidad de los mayores y la dificultad del acceso a la información" durante las investigaciones en aquellos casos en los que hay sospechas o evidencias.

difícil detección La vulneración de los derechos de las personas mayores, en sus diferentes modalidades, se produce mayoritariamente dentro del ámbito familiar o doméstico, lo que unido en muchas ocasiones al miedo, la dependencia o el desconocimiento, hace muy difícil su detección, evaluación y cuantificación. No obstante, en el año 2010, un estudio elaborado por el Gobierno Vasco reveló que el problema afecta en Euskadi a cerca de 5.000 mayores de 60 años, el 0,9% del total de este colectivo, que ante los encuestadores declararon haber sufrido malos tratos. Además, se apreció sospecha de que otras 8.000 personas, un 1,5% más, podrían haber sufrido estas situaciones sin denunciarlas. Con lo que se estima que el maltrato a mayores en el País Vasco podría afectar a cerca de 13.000 ancianos. Casi la mita de las situaciones detectadas en el estudio se englobaban dentro de lo que se podría denominar maltrato psicológico, otro 25% correspondería a maltrato físico y el 25% restante a negligencias.

Aburto destacó que estos datos sólo suponen la "punta del iceberg" porque resulta complicado conocer la "dimensión real del problema" a través de estudios. De hecho, el informe elaborado en 2010 derivó en el lanzamiento, a finales de 2011, de una campaña para sensibilizar contra el maltrato a los mayores y la creación de un teléfono gratuito para denuncias que posteriormente fue suprimido por su escasa demanda.

El consejero de Empleo y Políticas Sociales expresó ayer su confianza en que el protocolo para detectar y prevenir el maltrato se pueda poner en marcha antes de fin de año "en todos los ámbitos de atención a personas mayores" y que contribuya a erradicar este grave problema. Explicó que la función de este nuevo instrumento es doble: por un lado está la observación, cuyo objetivo es hacer una evaluación objetiva de la vulnerabilidad o riesgo de malos tratos y una valoración de la gravedad del riesgo; y por otro, la actuación, que consiste en facilitar orientación para intervenir en cada caso. Las actuaciones derivadas del protocolo pueden ser de prevención, riesgo grave, riesgo muy grave o intervención urgente.

Según explicó el consejero, el protocolo elaborado por el Gobierno Vasco se basa en un doble cuestionario que deberán formular los servicios sociales de base o de atención médica primaria y que están dirigidos a valorar si las personas mayores están sometidas a situaciones de vulnerabilidad. El primero de los cuestionarios, el de prevención, servirá para detectar factores de riesgo y de maltrato, "tiene un carácter preventivo y puede y debe ser aplicado por parte de cualquier profesional con el objeto de valorar la vulnerabilidad de la persona mayor a los malos tratos y asegurar el mantenimiento del estatus, mediante la prevención y observación normalizada de los factores de riesgo".

El segundo cuestionario se aplicaría en el caso de que en el primero se encontrasen dos o tres factores de riesgo de abuso, cuando la persona asegure ser víctima, o cuando presente daños "inexplicables", por ejemplo en una visita a los servicios de urgencias hospitalarias. Este segundo cuestionario será aplicado por el o la Trabajadora Social de base y el equipo sanitario de atención primaria.

fase piloto Según adelantó el consejero, "la metodología utilizada para elaborar el protocolo le otorga un alto nivel de fiabilidad", pero el Gobierno Vasco ha considerado oportuno contrastar su utilidad antes de la implantación general. Así el protocolo tendrá una fase piloto durante un mes en los servicios sociales y sanitarios que atienden a mayores dependientes. Esta experiencia y la opinión de los profesionales servirán para ajustar la herramienta, valorando la correcta comprensión de los términos utilizados y "la dificultades de coordinación y asignación de responsabilidad en los casos en que deba completarse todo el procedimiento".

La idea del Gobierno Vasco es que el protocolo sea un instrumento de trabajo de los profesionales de atención primaria de Osakidetza y los servicios sociales de base, aunque baraja también la posibilidad de llevarlo, si se considera necesario, a las urgencias hospitalarias y sociales e incluso a los ámbitos financieros y notariales. Y es que -como explicó Aburto- dentro de los malos tratos a mayores se incluyen los de carácter físico (violencia u omisión de cuidado) y los económicos (mal uso o apropiación de bienes).

Casos. Según un estudio realizado en 2010, el 0,9% (4.880 personas) del total de población de más de 60 años declaró percibir algún tipo de maltrato.

Estimación. Los entrevistadores del estudio detectaron sospecha de maltrato en otro 1,5% de los mayores, lo que suma 8.133 personas.

Según la Red Internacional para la Prevención del Maltrato en el Anciano, por malos tratos entendemos la acción única o repetida, o falta de respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y ocurre dentro de una relación de confianza.