BARCELONA. Según ha informado este domingo la policía en un comunicado, se trata del método 'lover boy' o falso novio, y en este caso el chico --de nacionalidad rumana-- la captó en un locutorio de la capital catalana el verano de 2013, se ganó poco a poco su confianza y la convenció de viajar juntos a Italia.
Tras un largo viaje en coche hasta Catania, se encontraron con familiares del chico; entre todos la retuvieron, le quitaron la documentación y le obligaron durante dos meses a recoger chatarra durante más de doce horas diarias todos los días de la semana, sin ningún tipo de contraprestación económica a cambio.
Después se trasladaron a Rumanía, donde durante otros dos meses fue explotada realizando labores agrícolas y domésticas y padeció todo tipo de vejaciones abusos, incluidas agresiones sexuales por parte del padre de la joven, que también le propinó una brutal paliza.
Aunque estuvo sometida a un férreo y estricto control por parte de la familia, privada de la libertad de movimiento, en un descuido consiguió llamar a un familiar y pedirle ayuda, informándole de que iba a ser trasladada a España para seguir recogiendo chatarra.
El familiar contactó con la policía, que localizó a la joven a su llegada a Barcelona, acompañada de sus tres captores, que portaban toda la documentación personal de la víctima y fueron detenidos.