Bilbao - La imagen del Paseo de la Concha y las calles adyacentes inundadas, y del centro de Donostia arrasado por las olas no pertenece a una película de ciencia-ficción sino al último informe de Greenpeace sobre las consecuencias del cambio climático y la destrucción del Ártico. Según los cálculos de los expertos que han elaborado el informe España: hacia un clima extremo, el mar podría invadir hasta 700 metros hacia el interior del litoral de la península en 2100 por efecto del deshielo vinculado al cambio climático y la actividad humana, situación que afectaría, entre otros municipios, a la capital guipuzcoana.
Greenpeace ha hecho coincidir la presentación de su informe con la celebración del Día de la Tierra y advierte de que la lucha contra el cambio climático y la preservación del Ártico "es una de las batallas medioambientales más importantes para todo el planeta". La organización ecologista denuncia "la amenaza mundial" que supone la extracción de hidrocarburos en aguas profundas, "tanto en el Ártico como en Canarias y Baleares".
A pesar de que el Ártico está a 5.000 kilómetros de distancia su preservación es importante para el Estado español y para el País Vasco, ya que el desplazamiento hacia el interior de la línea litoral será más acusada en las zonas de costa expuesta del Atlántico y en los archipiélagos. La responsable de costas de Greenpeace, Pilar Marcos, explicó ayer que cada aumento de un centímetro del nivel del mar equivale a perder un metro de playa, por lo que si se cumplen los peores escenarios del Panel Intergubernamental para Cambio Climático (IPCC), el completo deshielo del Ártico provocaría un aumento de 7 metros del nivel del mar y la consecuente regresión de 700 metros de playas.
La responsable de cambio climático de la ONG, Tatiana Nuño, añadió que la subida del nivel del mar tendrá unos costes directos de 17.000 millones de euros anuales en 2100 para los países de la UE.
Las imágenes Para evidenciar los posibles efectos que el cambio climático y el deshielo del Ártico podrían tener en la península, Greenpeace ha simulado en cuatro imágenes fotográficas cómo el aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar o las supertormentas afectarían a cuatro puntos -Benidorm, Marbella, Donostia y un viñedo del nordeste- que representan importantes intereses socioeconómicos, como el turismo o la viticultura. Estas imágenes "visualizan los peores pronósticos de la comunidad científica para España y, de momento, son solamente ficción. Creemos que son fotografías que no deberían llegar a poder hacerse y por eso pedimos acción política. Los peores efectos del deshielo del Ártico y del cambio climático aún pueden evitarse", subrayó Marcos.
Según Greenpeace, el Ártico se calienta dos veces más rápido que cualquier otro lugar del planeta y entre 2004 y 2008 perdió una superficie de hielo polar equivalente a tres veces la superficie del Estado español. Los pronósticos del IPCC para el Estado prevén un aumento generalizado de temperaturas de entre 5 y 8 grados este siglo, además de una reducción de las precipitaciones. "Queremos evidenciar que el deshielo, aunque esté muy lejos, podría tener efectos drásticos en España", explicó el director de Greenpeace.
Temperatura. El IPCC (Panel Intergubernamental para Cambio Climático) pronostica un aumento generalizado de las temperaturas, reducción de las precipitaciones e incremento en la intensidad y frecuencia de las olas de calor, lo que podrá derivar en incremento de la desertificación.
Cantábrico. En las playas del norte peninsular serán especialmente graves los efectos de la subida del mar y el aumento de la fuerza de las olas.
El mar podría invadir hasta 700 metros hacia el interior del litoral en 2100 por efecto del cambio climático y las consecuencias del deshielo.
La subida del nivel del mar, la proliferación de los temporales o la escasez de agua repercutirán en sectores relevantes, como el turismo o la industria del vino.