MADRID - El cuarto de control de cámaras del Madrid Arena estaba vacío en el momento en el que se produjeron las avalanchas que se cobraron la vida de cinco jóvenes el 1 de noviembre de 2012, según los abogados de las víctimas.
Esta es su conclusión a la vista de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del recinto que demuestran que, en el momento de los hechos, los cuatro empleados de Seguriber que podían estar en el centro de control de cámaras estaban paseando por el pabellón.
Durante su declaración ante el juez como imputado, el empleado de Seguriber, Roberto Mateos, responsable del centro de control de cámaras del Madrid Arena, explicó que, cuando tenía que ausentarse de su puesto, lo relevaban y que el sistema de vigilancia, que consistía en dos pantallas de catorce pulgadas, era realmente muy primitivo.
Por otra parte, La Brigada de Informática Forense ha detectado en los ordenadores de Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta de Halloween del Madrid Arena del 1 de noviembre de 2012, la venta de 22.000 entradas para el evento, lo que duplica el aforo permitido en la sala que es de 10.600 personas. - Efe