BILBAO. La representación legal de la familia de Nestor Gándara, recurrió la sentencia de absolución emitida en diciembre de 2013 después de que un jurado decidiera absolver del delito de asesinato al único de los tres acusados contra el que finalmente se mantuvo la acusación.

La sentencia del TSJPV notificada hoy ha declarado la nulidad del veredicto y de la sentencia de instancia, y ha ordenado volver a juzgar al principal sospechoso Iñaki.A.A.

Los otros dos imputados en la causa -los hermanos J.I.B.B. y F.B.B.- no serán juzgados de nuevo ya que se retiraron los cargos en el caso del primero y al segundo se le acusó de encubrimiento pero el delito se declaró prescrito.

Frente a la "duda razonable" fundada en la "ausencia de pruebas directas" y en la falta de credibilidad de las testigos protegidas a las que se acogieron los miembros de Jurado para emitir el veredicto, la sentencia de la Sala Civil y Penal ha señalado que las razones que ofrece el jurado "se han desvelado carentes de lógica y racionalidad" y que realizaron "interpretaciones sesgadas de los elementos probatorios".

El jurado popular declaró a Iñaki A.A. no culpable del asesinato del joven Néstor Gándara en enero de 1996, en la subida del monte Pagasarri de Bilbao, al entender que no había pruebas que acreditaran la presencia del acusado en el momento en que la víctima fue asesinada a golpes.

El acusado se enfrentaba a una petición de pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía.

Los policías que investigaron la muerte de Néstor Gándara explicaron en el juicio celebrado en diciembre de 2013 lo difícil que resultó encontrar a personas que hablaran sobre ese crimen "por el miedo que había reinante" en torno a los supuestos asesinos del joven que estaban considerados como "gente muy peligrosa".

Las investigación estuvo parada hasta el año 2010, cuando una ex pareja del presunto asesino decidió delatarle para acabar así con las amenazas y el chantaje de Iñaki A.A.

La mujer dijo ante la sala que una noche al acusado llegó a casa con la ropa ensangrentada y aseguró haber matado a un hombre que le debía dinero, en referencia a Gándara.

Ella trató de alertar a emergencias del crimen y pero su novio le amenazó de muerte para que no lo contara, le ató y le mantuvo secuestrada tres días.

Esta mujer, junto a otra novia del acusado, contaron ante el jurado que Iñaki A.A. traficaba con droga y que la víctima era un toxicómano a quién solía vender esas sustancias.

El relato de la Fiscalía señalaba que la tarde del 26 de enero de 1996, Néstor Gándara acudió a un taller de compraventa de vehículos para reclamar unos desperfectos de un vehículo que había adquirido días antes.

Los responsables del taller avisaron a Iñaki A.A. de la presencia del joven para que pudiera a su vez exigirle una deuda anterior.

En ese momento, por sorpresa, por atrás y sin que la víctima pudiera defenderse, Iñaki A.A. le propinó tres golpes en la cabeza con un objeto romo y contundente, que le causaron la muerte, y acto seguido arrastró el cadáver a un barranco del monte Pagasarri.

La defensa del acusado proclamó su inocencia alegando la falta de credibilidad de ambas testigos protegidas.