MADRID. Los hechos sucedieron hace dos años cuando una mujer de 27 años alumbró un niño prematuro. Será la autopsia que se realice al cuerpo sin vida del bebé, una vez sea encontrado, el que determine si nació muerto o le dejaron morir.

Sea como fuere, la mujer y el padre del pequeño metieron el cadáver en una caja de zapatos y supuestamente lo enterraron de madrugada en un punto del parque a 30 centímetros de profundidad. El secreto estuvo oculto hasta que hace unos días la madre contó lo ocurrido en 2012 a su nueva pareja, que acudió a la Policía a confesarlo, según detalla el diario 'El Mundo'.

Los agentes de la comisaría de Usera-Villaverde, que se encargan de la investigación, han detenido a los padres, de origen boliviano, aunque podría haber algún arrestado más por encubrimiento, concretamente la compañera de piso de la madre. Las búsquedas en la Dehesa de Boyal siguen hoy su curso.