Bilbao- Hoy en día cuatro de cada diez personas adultas estudia idiomas, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es difícil cuantificar el efecto que ha tenido la crisis en el interés de los vascos por ponerse al día con las lenguas extranjeras. No obstante, el director del Área de Formación de la Cámara de Comercio de Bilbao, Santiago López, afirma que "en los últimos años se ha producido un incremento muy significativo, fruto de la necesidad de reforzar la posición profesional para el acceso o el mantenimiento del empleo y a que las oportunidades de trabajo se han concentrado especialmente en las empresas con actividad internacional".

Para este profesional manejarse fluidamente en inglés "tiene el carácter de imprescindible". Además, asegura que el nivel de exigencia ha aumentado. "Antes un manejo básico era suficiente, ahora ya no. Por el contrario, un segundo idioma puede ser una necesidad, pero sobre todo es un elemento de diferenciación". Otra cosa es que el nivel objetivo puede ser menor. "Cada vez es más frecuente entre los jóvenes hacer compatible estudiar inglés en un curso avanzado y de francés o alemán en un nivel más bajo", apunta López.

Se ha ampliado el perfil Sin duda, el inglés sigue "siendo el más demandado", explica la directora del Centro de Idiomas de la Universidad de Deusto, Pilar Díez, quien subraya que "en los últimos dos años ha subido bastante el alemán, sobre todo en la enseñanza reglada". A ello habría contribuido los cursos subvencionados al 100% por la Agencia de Empleo alemana, "con bastante éxito", matiza Díez.

El perfil de los alumnos se ha ampliado con la crisis, aunque "mayormente son jóvenes que ya están en la universidad o a punto de entrar, titulados recientes que quieren acceder al mercado laboral, profesionales?", asegura López. Tradicionalmente se ha dicho que los que se busca es el titulo y que el aprendizaje es algo intrínseco al mismo. Sin embargo, desde la Cámara recalcan que "cada vez más gente valora el conocimiento y uso del idioma más que el mero hecho de poseer una acreditación, un papel". Otra de las diferencias que se han producido los últimos años es que los jóvenes llegan más preparados. "Parten en su mayoría de una acreditación suficiente (es muy común que ya tengan el B2 como mínimo) y su nivel de exigencia por tanto es mayor", afirma López. De momento, este hecho está provocando un aumento en la exigencia de la titulitis (ahora se demanda un C1 o superior), pero "se detecta que los alumnos demandan servicios diferenciados; es decir, usos concretos del idioma que van más allá de un titulo generalista: conversación, inglés técnico, comercial?".

Por otro lado, la Cámara de Comercio asegura que las empresas valoran mucho más el uso y conocimiento del idioma que el titulo en sí. "Este hecho se ve refrendado por el aumento originado en la formación denominada in company, formación que hacemos en el mismo puesto de trabajo. Son muchas las empresas de nuestro entorno que adoptan este modelo, pues permite una formación más específica y amoldada a su realidad". En resumen, las empresas demandan una titulación mínima, pero las diferentes realidades de los mercados internacionales hacen que el personal tenga que reciclarse, bien fuera de horario laboral (en la escuela) o en su propio puesto de trabajo.

La clave para enseñar bien Tanto desde Deusto como desde la Cámara consideran que el manejo de idiomas extranjeros es una "asignatura pendiente" en la enseñanza obligatoria. Desde su punto de vista a ello han contribuido distintos factores "como la escasa importancia que se le ha dado a la escasez de recursos aplicados, especialmente de profesorado bien preparado. No se puede olvidar que el aprendizaje de idiomas es más efectivo cuanto más joven se inicia. Últimamente se están dando pasos, aunque las soluciones propuestas no siempre son posibilistas y realistas", argumenta López.

¿Pero cuál es la clave para enseñar bien un idioma? Para el responsable de la Cámara deomercio además de cumplir unos criterios mínimos en cuanto a contenidos, profesorado y servicios, la clave está en la comunicación con el alumno. Sin embargo, desde el punto de vista de López "es la constancia, junto a una adecuada supervisión, la que permite avanzar. Esta simbiosis es la verdadera clave". Para Pilar Díaz, la piedra angular para no fracasar en el intento son "las ganas, la motivación, la innovación y la creatividad". Según la responsable de Deusto "hay que conocer la lengua y saber transmitirla. Si queremos que los estudiantes se comuniquen, los profesores también tenemos que comunicar. Hay que intentar que el estudiante sea partícipe de su propia experiencia de enseñanza-aprendizaje, y que disfrute con ello".